Las condiciones culturales,  o lo que parece,   del  ser humano aparecieron con el inicio de la especie: Homo sapiens sapiens. Desde esa  época hasta los actuales días  los cambios se han sucedido continuamente,  a veces decididamente evidentes y en otras, la mayoría,  imperceptiblemente pero al comparar períodos alejados se observan las diferencias. 
Los comportamientos culturales trascienden muchas épocas y son propias de las etnias y por ende de territorios en donde habitan o a donde migran. Las culturas se importan pero las más trascendentales son aquellas que a través de los tiempos persisten cuando su fin es la conservación de la especie y su mejoramiento, incluyendo una vida larga y mejor. 
Comparando los patrones modernos con épocas distantes, no siempre lo cultural ha sido un indicador de bienestar del ser humano.  Quizá, lo más seguro, el futuro mostrará lo bárbaros que fueron  los humanos de los siglos XIX a XXI. La realidad evidenciará condiciones absurdas en medio de las cuales existieron,  para no mencionar situaciones antiquísimas. 
La evolución biológica se acompaña indisolublemente de la transformación del comportamiento. Hubo migraciones, como la ibérica  con un predominio masculino pero con evidencia genética  de conservación de la mitocondria materna, según lo mencionado por la genetista Vanessa Hayes, eso dio lugar a improntas.
Hoy en el occidente del orbe se promueve de manera intensa el equilibrio de los géneros, llevando a norma constitucional los derechos que le asisten a la mujer frente a la sociedad. Nada más lógico, sin que por ello se entienda que la preeminencia de ella se vaya al otro extremo como se pretende en algunos núcleos sociales. 
La equidad es un derecho de todos. Es evidente, al menos en América,  que  la mayoría de los adultos son mujeres.   Al ser  mayor el  número,  y así seguirá la curva de crecimiento poblacional, tendrán que ocupar más espacio: Física, mental y espiritualmente, paradójico. 
El análisis de: Mujeres mejor que hombres o a la inversa, debe tener tanta profundidad que es tributario de miles de ideas convergentes o divergentes, en donde la liviandad de los conceptos no aplica, urgen aquellos   esenciales,  que deben aparecer y tener sus respectivos adeptos no solo de ideas sino en actitudes pragmáticas.
La mujer puede, desempeñar todas las funciones que eran y son, todavía en algunos casos, restringidas a los varones. Los mejores ejemplos de los cambios se encuentran en las universidades, en doble sentido, los funcionarios del Estado y privados, en la política, la ciencia, la tecnología, las fuerzas militares, los legisladores a cualquier nivel y así por doquier se evidencia la aparición justa en escena de la mujer. 
Una muestra reciente del avance de la consideración a la mujer ha sido la decisión de la Corte, en el sentido de permitir que el primer apellido de un hijo pueda corresponder al de la madre, sin que implique absolutamente nada. Ahora bien: ¿Podrán  escoger los hijos  con el uso de la razón?
La brecha entre hombres y mujeres viene cerrándose pero se necesitará más tiempo, decisiones de toda índole y el definitivo interés de la que está en minusvalía para ubicarse en donde debería estar.
Una de las áreas en Colombia en donde existe una discriminación, incluyendo, la dirección, la ciencia y la técnica, es el sector de la salud. Al respecto la Organización  Mundial de la Salud, ha hecho un llamado universal al fenómeno de desigualdad entre los géneros. 
Con ello, Sharing Buttons, ha enunciado diez temas para lograr la equidad en el talento humano sanitario. Todos son importantes en el análisis y búsqueda de soluciones efectivas y no simplemente peroratas de ocasión.  Hay llamar la atención sobre cuatro enunciados: Las mujeres representan el 70% del personal sanitario, pero solo el 25% ocupa puestos de responsabilidad, Manizales podría ser la excepción; Dejar que el equilibrio entre los sexos se establezca por sí solo no es una opción; Los países deben adoptar políticas que aborden las causas subyacentes de las desigualdades entre hombres y mujeres y, Las mujeres suelen sufrir prejuicios y discriminación, así como acoso sexual
Nota: Manizales universitaria es un hecho,  no una idea.