Gratamente sorprendidos, fue la expresión utilizada por un grupo representativo de manizaleños que atendió la invitación del alcalde Carlos Mario Marín, para conocer de primera mano el Plan de Reactivación Económica diseñado por su equipo de gobierno, a raíz de los estragos causados por la pandemia, que nos tiene sumidos en una incertidumbre que pareciera de nunca acabar.
Estaban representadas las asociaciones de la arquitectura y la ingeniería, los gremios económicos y otros profesionales de diferentes disciplinas interesados en hacer sus aportes luego de la exposición del Plan. Una estrategia que desde el punto de vista de la recuperación económica, teniendo como base la construcción, puede asociarse con la Europa de la post-guerra.
Una ciudad que tiene como visión ser paradigma de la educación, la ciencia y la cultura debe entenderse como un gran campus donde la inclusión ha de ser el Leitmotiv de su puesta en escena. Privilegiar los proyectos de espacio público y con ellos trazar los cimientos de una impostergable transformación cultural es “sine qua non” el principio de una educación de calidad, un mundo donde cohabitemos todos sin distingo de edad, discapacidad o condición social, es el lugar ideal para desarrollarnos como seres humanos.
En este sentido el espacio público es pues y, sin lugar a dudas, el epicentro de la actividad ciudadana, por eso los proyectos propuestos, desde incorporar las áreas de cesión a la vida barrial hasta atender el sector de Fundadores entendido como la rótula o lugar de encuentro de la ciudad de la colonización y la ciudad moderna formada a partir de la segunda mitad del siglo XX, son intervenciones que garantizarían la consolidación urbana.
Dentro de este contexto cabe destacar el plan de ciclovías diseñado por la Universidad Nacional, aplaudido y enriquecido por la Sociedad de Arquitectos por estar en un todo de acuerdo con la audacia y pertinencia de su propuesta. Incorporar institucionalmente la bicicleta a la vida urbana es un imperativo del mundo contemporáneo. Manizales, consecuente con la visión construida a lo largo del tiempo, debería estar a la vanguardia de todo aquello que este orientado a la salvaguarda del medio ambiente, que preserve el planeta, que haga todo lo que esté a su alcance para hacer del mundo un lugar mejor.
Muchas son las críticas, algunos aseguran que esto es un capricho, embeleco o similar, porque las bicicletas son un “medio de transporte excluyente”. Otros en cambio, dicen que ceder espacio de los vehículos privados es injusto porque son justamente ellos los que pagan impuestos. Otros ponen como condición el diseño de un sistema integrado de transporte y hasta sendas acciones de cumplimiento han buscado ponerle zancadilla a ese asomo de futuro que se esbozó, cuando se puso en marcha la provisional banda de circulación para los ciclistas, y así sucesivamente.
Después de conocer y debatir el proyecto, mi conclusión es que su puesta en marcha no debería excluir la implementación de un sistema integrado de transporte, que al igual que la tercera línea de cable aéreo pueden articularse con naturalidad al sistema aún en ciernes, pero urgente. La ciudad desde la Universidad de Manizales hasta Milán con conexiones al hospital o al cementerio, a la plaza de mercado y al parque de San José, tendrá, por la columna vertebral de la vida ciudadana, los recorridos suficientes para satisfacer las necesidades de un amplio grupo de la población como obreros de la construcción, mensajeros, estudiantes, ejecutivos y hasta las bicicletas públicas tendrán seguramente la acogida que la incomodidad actual pareciera negarles.
Terminada la Segunda Guerra Mundial se diseñó la gran estrategia conocida como el Plan Marshall para recuperar Europa, poner en movimiento toda la energía en la actividad constructora fue la manera como se logró la reactivación económica. Existía eso sí, la necesidad única y primera de reconstruir y modernizar el escenario de una cultura. Varsovia surgió de las cenizas valiéndose de fotografías antiguas para que ningún capitel, cornisa o balaustrada se quedara sin participar de la euforia que les proporcionó reencontrar su hogar. Un propósito más allá de lo estrictamente económico es lo único que puede garantizar la participación colectiva.
PD: Hay en el Concejo Municipal una discusión, promovida también por un grupo representativo de manizaleños, acerca de parte de la financiación del plan, de la que hablaremos más tarde.
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