Me sorprendió gratamente recorrer la Avenida Santander y encontrar que el número de ciclistas que transitan por la banda habilitada para facilitar, y de paso incentivar el uso de la bicicleta, con mayor razón en estos tiempos de pandemia donde el transporte público presenta riesgos bastante engorrosos de salvar, aumenta cada día.
Se puede constatar que en el mismo corredor, aún con algunas incomodidades, pueden convivir el transporte público y el privado, este último nutrido por el creciente número de ciclistas que hacen sus desplazamientos en el medio de transporte más idóneo de la actualidad, cosa que podemos advertir, como un rasgo de civilidad.
Hay un par de argumentos que ya surtieron el debido proceso, que la bicicleta es ideal como medio de transporte entre otras cosas, por su contribución a la salvaguarda del planeta y, que en Manizales, la Avenida Santander es el espacio público donde se viven las experiencias más importantes de la sociedad y por consiguiente debe liderar la ambiciosa red de ciclo rutas, hoy en estudio por la Administración Municipal.
En días pasados se publicó en este periódico el artículo, “Más que una opinión”, donde se expuso en nombre de la Sociedad de Arquitectos, la necesidad de buscar alternativas distintas a la ciclo vía aérea propuesta por la Alcaldía, que era objeto de un álgido debate en ese momento. A partir de allí hemos consultado con arquitectos y urbanistas y con expertos en movilidad la manera como debería resolverse esta necesidad. Es deber ciudadano y más de una asociación profesional buscar respuestas a un problema que urge resolver.
¿Cómo hacer si las dimensiones de la Santander son insuficientes?, ¿quiénes deberían ceder?, son preguntas que se hacen muchos ciudadanos que se movilizan en automóvil, a quienes la presencia de la bicicleta les parece una intrusión. Incluso buscan acciones legales para cortar de tajo o al menos fastidiar, una tendencia que cada vez se impone más en el mundo, dejando literalmente al garete la movilidad de quienes usan este medio, que ojalá, para bien de todos, siga proliferando con el tiempo.
Cuando uno decide tomar la avenida Santander sabe de antemano que la velocidad será lenta, que dista por múltiples razones de ser una vía rápida. La ciclovía en la margen izquierda de la calzada resulta la más adecuada pues no interfiere con el transporte público que circula por el costado derecho. En el intermedio debería quedar espacio suficiente para adelantar los vehículos, así las cosas, es preferible dejar atrás la medida de transitoriedad que motivó a la Alcaldía a implementar esta banda para la bicicletas, ante la dificultad de conservar la distancia física en el transporte público, y adecuar con “todas las de la ley” el espacio central para las bicicletas, incluso hay quienes sugieren eliminar el separador central o reemplazarlo por uno más modesto como los “new jersey” ubicados en las inmediaciones del batallón Ayacucho, alternativa que, me parece, le daría una fisonomía un tanto árida a la vía, dada la pérdida de una vegetación que en algo contrarresta la poca que hay al interior de la ciudad.
Las ciudades tienen que cambiar, la pandemia ha puesto al desnudo sus enormes falencias. Manizales como ciudad educadora tiene el deber de asumir una postura que armonice con la premisa inaplazable de ser una urbe saludable. De lo contrario, el eje del conocimiento, campus universitario, entre otras de las estrategias con las cuales buscamos posicionarnos en el ámbito nacional, no dejarían de ser una empalagosa retórica, por falta de un sustento real.
Privilegiar los medios de transporte colectivos, promover el uso de energías limpias, renovables, satisfacer las necesidades de los peatones que se ven “a gatas” para sortear los obstáculos interpuestos en los andenes para dar paso cómodo a los automóviles, son acciones que se deben ejecutar y con urgencia.
En el entretanto, las bicicletas seguirán circulando por la ciudad, solo que sin ningún orden, así este sea incipiente, lo que expondrá a los ciclistas a un riesgo que se buscó evitar, asignándoles una banda provisional, mientras dure una crisis de la cual no sabemos el final.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015