Hace 28 años se inició en Caldas un proyecto musical, el cual hoy arroja unos destacados resultados en el campo artístico, cultural, educativo y social. Más de 20.000 jóvenes y niños han recibido la formación integral de la “Fundación Batuta Caldas”, cambiando a través de esta oportunidad el destino de sus vidas, pues la música transforma la capacidad cognitiva, crea disciplina, mejora la autoestima, aumenta los valores y genera una gran escala de oportunidades. Con una metodología incluyente, ha incorporado a las familias de los integrantes del programa, sinergias que redundan en beneficio institucional, familiar y personal.
En los municipios de Aguadas y Samaná, en el corregimiento de Arauca, en Manizales en la sede principal y las alternas ubicadas en San Cayetano, Solferino, Fátima, San José, La Isla y La Fuente, se tienen centros orquestales donde reciben instrucción de manos de 80 docentes altamente calificados, 2.000 alumnos por semestre. La mayoría de los beneficiarios del programa pertenecen a las comunas de estratos 1 y 2, siendo subsidiados en su totalidad.
Cuenta Batuta con una moderna sede de 2.200 metros cuadrados, distribuidos en área administrativa, 22 salones, auditorio principal con dotación de alta tecnología, 1.935 instrumentos musicales sinfónicos y 600 de percusión menor. La sede principal fue construida en tres etapas con la colaboración de la Embajada del Japón, la empresa privada de Manizales y por el sistema de regalías, en un lote de la Alcaldía de Manizales entregado en comodato para tan noble fin.
En la actualidad la Fundación Batuta Caldas tiene cuatro orquestas sinfónicas, compuestas cada una con 45 integrantes, cuatro orquestas de cuerdas con 20 estudiantes cada una y una orquesta en transición de 60 alumnos, las cuales hacen presentaciones con el más selecto repertorio de piezas de la música colombiana, latinoamericana, clásica e internacional.
Detrás de este maravilloso proceso hay personas que no se ven, pero que es justo visibilizarlas, porque han hecho posible la música como poder transformador. Nelson Monroy Rendón fue el primer director y se encargó de consolidar este proyecto durante 25 años. Millares de niños y jóvenes han visto cómo sus vidas cambiaron bajo la dirección musical y humana del maestro. María del Pilar Joves, gerente por diez años, ejecutó la primera etapa de la construcción de la sede, con recursos donados por la Embajada del Japón. A Olga del Socorro Serna, gerente desde el año 2006, le correspondió gestionar con la empresa privada de Manizales y adelantar los trámites ante la Dirección del Sistema General de Regalías los recursos para la construcción de la segunda y tercera etapas. Un promedio de 50 conciertos por año hace posible que la comunidad goce del privilegio de escuchar y ver el talento regional aglutinado por Batuta en cada presentación, donde se rescatan las condiciones humanas y las expresiones artísticas de jóvenes y niños que sin estas oportunidades podrían naufragar en situaciones muy propias de la Colombia marginal. Para destacar, se ha abierto un espacio dedicado a atender niños especiales, los cuales encuentran un trato apropiado para descubrir que detrás de su discapacidad, hay un espíritu donde se pueden transmitir sus emociones. También se incursiona en la dotación de un estudio de grabación y laboratorio de tecnologías del sonido, para ofrecer servicios a nivel regional. Rescatable esta labor orientada a mantener instituciones que requieren recursos de manera permanente, dependiendo de exiguos presupuestos oficiales, donaciones de organismos extranjeros o de la generosidad y compromiso de la empresa privada.
Caldas tiene la exclusiva condición de poseer la cantera más rica y selecta de jóvenes formados en el programa de Bandas Departamentales y de la Fundación Batuta. Son personas moldeadas con la impronta de la cultura, la decencia y el buen comportamiento, con conocimientos musicales y disciplina, saben trabajar en grupo y en lograr alcanzar objetivos en conjunto. La música transforma y tiene efectos científicamente reconocidos en el cerebro como estimulador del aprendizaje. En la actualidad estos programas son utilizados en los procesos de reintegración de la población desplazada. El joven que recibe instrucción para tocar violín, una trompeta, una flauta, un saxo, un trombón, se aproxima con amor y respeto hacia sus semejantes.
Un instrumento musical interpretado por un joven caldense hace sonar el alma del pueblo; se expresa su corazón y se percibe su alma. Apoyemos esta loable iniciativa.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015