Definitivamente vivimos en un país lleno de olvidadizos que solo se acuerdan de los muy malos momentos que hemos pasado en la lamentable historia de Colombia cada vez que recibimos las oleadas de terrorismo con que tienen a bien atormentarnos los bandidos que con inusitada frecuencia arrasan con la poca tranquilidad que de vez en cuando logramos sentir.
Estamos pasando por una de las peores épocas que tengamos memoria, debido especialmente a una manada de individuos que aprovechándose de la crisis que está atravesando la justicia, principal poder del Estado que en otros tiempos nos hizo enorgullecer ante el mundo, y que hoy desafortunadamente nos llena de vergüenza y en quienes pocos confían por los antecedentes recientes de corrupción en su seno.
Todavía no se conoce qué decisión tomarán los magistrados de la Corte Suprema frente a la indagatoria que rindió el martes pasado el expresidente Uribe, que debió hacer frente a acusaciones falsas, conseguidas por testigos reconocidamente fuera de la ley, inspirados por el inefable Iván Cepeda quien juega a varias bandas cuando de formar parte de grupos se trata. Esperamos que brille para la Corte un rayo de ecuanimidad y podamos seguir teniendo a la cabeza de nuestra democracia a hombres cuya sola presencia nos llena de paz espiritual.
El senador Cepeda acudió a la Corte como uno de los 42 testigos que ese tribunal pidió escuchar, e hizo gala de su amnesia en sus primeras declaraciones con un optimismo y un cinismo desmedidos, dando a entender que sienten la seguridad de que atacar a Uribe trae réditos para quienes viven de la falsedad, en un país que todavía no ha podido encaminar sus metas de progreso y paz. 
Ojalá en las elecciones regionales que se aproximan seamos capaces de dar un voto de confianza por manizaleños y colombianos que mantengan en alto las banderas de la honestidad, la rectitud y el patriotismo.
Para la Policía: Los que más escándalos hacen en las riñas callejeras no simpatizan con la policía, sino con los pillos.
P.D.: Dicen que hacer deporte es muy sano. Yo creo que es más sano caminar sencillamente. Yo, los días que más camino son aquellos en que voy al cementerio al entierro de algún amigo deportista.