Estamos a pocos días de la recta final que nos llevará por el acrisolado resplandor de la democracia gracias a uno de los inventos más permanentes de la historia, que de algo ha servido para defendernos de las anarquías que desafortunadamente nos han atacado con inusitada frecuencia. Sin embargo, los menos favorecidos y la desigualdad económica continúan, y a pesar de los esfuerzos que hacen algunos buenos gobernantes no les alcanza para, no digamos eliminar la pobreza, sino, ni siquiera para limitarla a medidas tolerables, o, como decía el expresidente Turbay, a sus justas proporciones.
Pronto tendremos elecciones regionales, con un lamentable panorama de violencia que esperábamos hubiera menguado después de todo lo que hemos invertido en tiempo, esfuerzo y dinero. Grave y más triste la racha de asesinatos que nos ha hecho regresar a los tiempos de partidos completos aniquilados, como la UP, barrida junto con cuatro candidatos a la presidencia masacrados por los delincuentes que dejaron dolorosa huella en un país que no ha podido salir de la negra noche.
Con detenimiento hemos examinado candidatos en varias regiones, algunas donde da verdadero miedo meterse, por el ambiente que las rodea y en las cuales tienen fortalecidos sus reductos las bandas de todas las calañas que no se han podido combatir.
Y aunque el ambiente está pesado, tenemos que hacer el mayor esfuerzo posible para no amedrentarnos y demostrar que por ningún motivo dejaremos de ser patriotas ni dejar que vecinos dementes traten de amilanarnos con exhibiciones de un falso poderío bélico, lo que debe darnos más coraje para enfrentarlos.
Hasta ahora los dos debates políticos, tanto para alcalde de Manizales como para gobernador de Caldas, mostraron que la experiencia administrativa de algunos candidatos que han ocupado con éxito puestos importantes, son los que tienen mayor posibilidad de alcanzar el triunfo.
No voy a dar, por ahora, nombres de quienes a mi modo de ver tienen mayor carisma, pero sobre todo los que tienen una hoja de vida libre de dudas y toda la capacidad para dirigir a Manizales y Caldas. A estas personas es a quienes debe premiar la sociedad por su buen ejemplo y a quienes se debe tener más en cuenta para dirigir al departamento modelo. Sigamos con atención las propuestas de las distintas campañas para que votemos por las mejores opciones y podamos seguir avanzando en el desarrollo de esta querida región.
P.D.: A las mujeres les gustan los hombres mediocres, y los hombres están esforzándose por ser lo más mediocres que les sea posible.