Imagina que calificas el amor que te tienes a ti mismo. ¿En una escala de 1 a 10 qué te pones?
Ahora revisa tu accionar sin autoengaños y pregúntate: ¿De verdad me quiero lo suficiente?
En general los seres humanos se aman muy poquito y viven pensando en satisfacer a otros.
Unos lo hacen porque buscan aprobación y sin ella creen que no valen nada o se sienten inseguros.
Otros sufren con una constante “neurosis de complacencia”: tienen que decir siempre sí para no sentirse culpables.
Otros más posan de víctimas, les gusta despertar lástima y su autoestima está en un sótano.
Por eso piensa: ¿Me compro lo que deseo? ¿Descanso? ¿Fijo límites? ¿Sé decir no a quien sea?
Ánimo, ámate mucho porque el precepto es que ames tal como te amas. Si no te quieres, ya sabes por qué no eres feliz.
@gonzalogallog
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