Padre bendito, me amas y te amo, con tu amoroso auxilio soy capaz de aceptar lo que me parece inaceptable.
Si una prueba llega a mi vida es porque puedo superarla si no me dejo atrapar en las redes del desespero.
Puedo caer tres veces como Jesús, o más, y levantarme con la frente en alto y el corazón rebosante de entusiasmo.
En ciertos momentos soy como un osezno extraviado o como una hormiga que da vueltas en círculo.
Hay días muy pesados, Señor. Más aún, a veces dudo de ti y me digo: “Ya no puedo, es demasiado”.
Sin embargo en mi interior sé que estás ahí y que el desaliento es la peor tentación de la vida.
Todo está ganado cuando hay fe firme, y todo está perdido cuando alguien se entrega y deja de luchar.
Por eso quiero aceptar lo que sea y avanzar paso a paso, con la certeza de que todo es pasajero. La tormenta acabará y las lágrimas se convertirán en sonrisas. Gracias Dios por tu amor.
@gonzalogallog
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015