La sensación de miedo o temor libera cortisol y no es tan negativa como puede parecer a primera vista.
El miedo es un mecanismo evolutivo que nos permite afrontar situaciones de riesgo o de peligro.
Si tu cerebro no identificara una amenaza estarías en una situación de riesgo y tu supervivencia se encontraría expuesta.
Cuando el cerebro identifica un peligro se produce una reacción y se crea la emoción del miedo con dos respuestas: huida o defensa.
En cualquier caso, la adrenalina y el cortisol son los neurotransmisores que acompañan a la sensación de temor.
Tu cuerpo reacciona con un incremento de latidos cardíacos y aumento de la frecuencia respiratoria.
Esto se da para aportar más oxígeno y hay dilatación de las pupilas para facilitar la visión.
Son reacciones corporales en extremo útiles que sirven para prepararnos ante situaciones amenazantes. El miedo no es malo.
@gonzalogallog
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