Diciembre es sin duda el mes de la pólvora. Gracias a los chinos y a su mezcla de carbón, azufre y nitrato de potasio es que la vida y la muerte terminan siendo representadas en los pirotécnicos y las armas de fuego. Una de las canciones más recordadas y bailadas en los hogares colombianos en fin de año, es precisamente “El Volador”, autoría de Luis Antonio Torres Zambrano e interpretado por los Alegres del Valle, que a ritmo de pasillo fiestero, deja en evidencia la entrañable unidad entre la alegría y la pólvora, con ese contagioso grito de entrada “qué viva la fiesta”. El pasado 12 de diciembre LP publicó en la sección “Historia Patria” el llamado que la Sociedad Pediátrica de Manizales hizo por aquel entonces, para que se restringiera el uso de la pólvora en Navidad, en razón del trágico balance arrojado por el alumbrado del 7 de diciembre de 1970: 65 personas lesionadas, una muerta, un niño ciego y cinco mutilados. 50 años después, el mismo diario local informa que hasta el pasado 8 de diciembre sólo se habían producido dos menores lesionados con pólvora en Manizales, lo que representa una exitosa disminución del 97% de quemados, gracias a las persistentes campañas de educación. La pólvora, además de su apropiación cultural, es y ha sido objeto de una actividad económica organizada que ha dado sustento a muchas familias colombianas, en el marco de la legalidad. En México, la ciudad de Tultepec, mejor conocida como la “Capital Nacional de la Pirotecnia” celebra en el mes de marzo la tradicional feria nacional de la pirotecnia en homenaje a su patrono “San Juán de Dios” y que tiene como atractivo principal la quema de los “toritos” símbolo de las festividades. En el campo del arte, el artista chino Cai Guo-Qiang, es reconocido mundialmente por sus profusas obras artísticas elaboradas fundamentalmente a partir de la pólvora y como la misma tiene el encanto de dar alegría, paradójicamente se han cambiado las tradicionales velitas de cumpleaños por las llamativas “velas volcanes” hechas a base de compuestos explosivos y que son puestas y encendidas sobre la torta del homenajeado. Estos productos pirotécnicos se pueden adquirir libremente desde la comodidad de reconocidos portales de ventas on line como Mercado Libre. ¿Y por qué pasa esto? Porque la pólvora en Colombia no está prohibida de manera general. La Ley 670 de 2001, regula los riesgos de exposición de los niños por el manejo de artículos pirotécnicos, dejando en manos de los Alcaldes el permitir su uso y comercialización. Adicionalmente advierte, que todos los hospitales y clínicas, públicas y privadas están en la obligación de ofrecer atención médico-hospitalaria a los menores que resulten con quemaduras ocasionadas por estos productos. Aunque el artículo 30 del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (Ley 1801 de 2016) prohíbe el uso y tenencia de artículos pirotécnicos pero “sin el cumplimiento de los requisitos legales”, tal medida resulta inocua, dado que excepcionalmente, muchos municipios de Colombia pueden y regulan su uso y comercialización. Hoy, la pólvora y los pirotécnicos han encontrado un espacio “incontrolable” de comercialización legal a través de las ventas on line; se ha avanzado ostensiblemente en materia sanitaria con las efectivas campañas de educación, pero también se requiere un abordaje y comprensión artística, cultural y empresarial del fenómeno. La educación y no la prohibición, ha sido la principal herramienta para enfrentar las preocupaciones morales de la sociedad frente a la pólvora. Ese camino, que también recorrió el licor, es el que debe andar la marihuana y la coca. Felices fiestas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015