Los columnistas de LP Alejandro Samper, Jorge Alberto Gutiérrez, Adriana Villegas Botero, Jorge Enrique Pava, Luis Ospina y quien escribe esta columna, tuvimos a bien inspirarnos en algunos de los últimos escritos, en el famoso e histórico caso de Matilda y que concitó el interés nacional. En mi caso manifestaba la importancia de fomentar escenarios de deliberancia que permitieran fortalecer democráticamente el territorio, asumiendo con toda responsabilidad oportunidades y espacios para discutir abiertamente sobre temas donde se mezclan la función pública y la sexualidad.
El pasado 28 de enero, LP publicó un escrito del abogado y músico de Bogotá Samuel Ángel, quien hace parte del grupo que se autodenomina “Comité Cívico Manizales Ejemplar”, y quien se ha constituido en uno de los principales líderes y opositores nacionales del nombramiento de Matilda González en la Secretaría de la Mujer, y a quien se refiere como “él” y no “ella”. En el mencionado texto, le reclama al director de LP, “balance de información”, que no lo han dejado expresarse, dice además que “lo que hacemos, lo argumentamos en la norma” y en últimas que quieren ser escuchados. Me pregunto, ¿no será al contrario?
Pues bien, dados los hechos aquí descritos, como profesor de Derecho Constitucional pude comunicarme con Samuel Ángel a quien le envié una cordial invitación a través de su correo electrónico ofreciendo un espacio de deliberancia. Gustoso me confirmó su aceptación para estar en Manizales y debatir pública y abiertamente sobre el caso Matilda, claro está, en un marco puramente académico y con la presencia de distinguidos investigadores, medios de comunicación y ciudadanos en general.
Las universidades de nuestra región tienen no solo el deber sino la obligación de brindar espacios donde la ciudadanía encuentre respuestas, o al menos caminos, para comprender la necesidad del diálogo que permitan el fortalecimiento de las ideas, la racionalidad y el conocimiento científico. En esta oportunidad, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Caldas, ha asumido el reto. 
Y ¿quién es Samuel Ángel? En sus redes sociales y en la página de su Instituto de Investigación Social, se describe como “cristiano católico desenmascarando el marxismo cultural con una de sus principales cabezas, la ideología de género, y dentro de las cabezas de la ideología de género: el aborto”. Es autor de dos libros: “Un Movimiento Católico contra la Ideología de Género y la Subversión Cultural” y “La Amenaza de la Ideología de Género”.
Este puede ser el inicio, a la manera de los griegos (Ágora), de encontrar otras formas de enfrentar las diferencias no solo ideológicas sino también políticas, sociales y ambientales, que necesariamente han de fomentar la paz de una sociedad pluricultural y diversa como la nuestra que abra el camino para el debate de otros grandes temas de nuestro tiempo y de incidencia en nuestro territorio como por ejemplo: el puerto de Tribugá, la contaminación del aire, los suicidios de adolescentes, el caos de la 23 y la prostitución en la Plaza de Bolívar, entre otros.
Entre los años 1979 y 1983 se hizo famoso un docugrama de televisión llamado “Dialogando” en el cual se exponían distintas situaciones y discrepancias de carácter familiar que terminaban solucionándose con una herramienta tan elemental como el diálogo. Esperemos que la posibilidad de construir estos espacios realmente contribuyan a la sensatez de la reflexión y a la comprensión de que las sociedades evolucionan y se fortalecen en derechos. La tierra ya no es plana. Nos vemos el 26 de febrero en el foro “Diversidad Sexual y ejercicio de funciones públicas: el caso Matilda”.