Me imagino la Feria de Manizales, como una persona de 65 años. Está llena de experiencia, pero no es ajena a los embates de la salud, sufrió de covid y necesita tratamiento. De ella han dicho en Wikipedia que es la primera y la más grande, importante y emblemática del continente americano y que “(…) es considerada la mejor, la única y la gran primera feria de todo América” (sic). El problema en Wikipedia, es que como cualquiera escribe nadie responde. Las ferias, fiestas y carnavales, más allá de su connotación antropológica y cultural, se han tornado en “productos” intangibles de consumo masivo, que es necesario “vender” amparados en epítetos y lemas grandilocuentes. Si lo que se quiere es darle alcance al verdadero sentido de las palabras, entonces la Feria de Manizales no fue la primera feria de América. Además de las primeras fiestas ancestrales, se tienen registros, en el caso mexicano de las famosas ferias de Acapulco de 1565, las de Jalapa de 1720 y las muy famosas de San Marcos en Aguascalientes que se celebran desde 1828 y que cuentan adicionalmente con una intensa temporada taurina, como en Manizales. En lo que respecta a las “mas grandes” al revisar la página web del Canal Institucional de televisión colombiana (canalinstitucional.tv) se lee expresamente lo siguiente: Las “5 ferias y fiestas que debes visitar al menos una vez en tu vida” y que hacen alusión al Carnaval de Barranquilla, el Carnaval de Blancos y Negros de Pasto, la Feria de las Flores de Medellín, El Festival Petronio Alvarez y la Feria de Cali. Estas ferias y carnavales se caracterizan básicamente por dos aspectos: uno, son temáticas y dos suelen ser organizadas por entidades autónomas y especializadas como la Fundación Carnaval de Barranquilla, Corfecali y Corpocarnaval, entre otros. Aunque la Feria de Manizales es organizada por el Instituto de Cultura y Turismo, no es una entidad exclusivamente creada para estos menesteres y en lo que respecta a su contenido temático, el mismo ha sido tradicionalmente reconocido en torno a la actividad taurina a pesar de que se hace de manera paralela, esta sí por Cormanizales y donde no se recibe ningún apoyo del municipio, a pesar de ser quien mas demanda la ocupación hotelera y deja importantes recursos económicos, que en su totalidad se destinan al Hospital Infantil de la Cruz Roja. Toda feria, festival o carnaval tiene sus crisis: el Carnaval de Barranquilla fue sometido a revisión en los años ochenta, a través de importantes foros de participación ciudadana liderados por la Cámara de Comercio de Barranquilla y de donde sin duda salió fortalecido. Feria es Feria, y sin duda todo lo que sea entretenimiento y permita la circulación de la riqueza tendrá un espacio en las mismas. Pero considero que allí puede residir parte del problema, pues es necesario hacer una pausa y preguntar a los manizaleños que piensan de la feria y al resto de los colombianos lo que para ellos significa. O sea, como nos vemos y como nos ven. El gran activismo de La Feria, diluye otras actividades tradicionales y terminan convirtiéndola en una gran parque de diversiones, que puede ser exportado sin arraigo a cualquier parte del país. Urge en consecuencia, la reformulación, reinvención y revisión de la Feria de Manizales, para lo cual será necesaria alejarla de las tendencias ideologizantes que ha venido sufriendo en tiempos recientes a través de serios y pacientes escenarios que fomenten una participación ciudadana abierta y dialogante, con presencia por supuesto de la Academia, del sector productivo y del gobierno local.
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