Estimado Juan José:
Vetones o Vettones se denomina a los pobladores pre románicos que ocuparon un sector de la península ibérica y que se asentaron en los espacios geográficos que hoy conocemos como Ávila, Salamanca, parte de Cáceres, Toledo y Zamora, llegando incluso al costado oriental de Portugal. Este grupo social que hizo parte de la historia de la península durante la edad de hierro era fundamentalmente ganadero, razón por la cual se establecieron en zonas donde abundaba el agua y el pasto para así poder alimentar sus rebaños de bovinos y porcinos adecuadamente.
Y es precisamente a esa cultura a la que pertenece el grupo escultórico conocido como Los Toros de Guisando, que se encuentra ubicado en el término municipal de El Tiemblo y que parece ser, según los últimos estudios realizados de la mano del programa informático Past3, fueron realizadas en el siglo II antes de Cristo y no entre los siglos IV y III A.C. como se pensó inicialmente.
Así como ha habido dudas acerca de la fecha precisa en que se realizó la obra, dado entre otras cosas al hecho que las figuras fueron trasladadas del sitio original que ocuparon cuando estaban en manos de los Vetones, según se piensa por los monjes del monasterio de San Jerónimo de Guisando, también se ha especulado sobre si las figuras representan verracos o Toros llegando a concluirse que se trata de los segundos, pues las esculturas presentan unos orificios en los extremos de la parte frontal superior de sus caras donde posiblemente iban insertados los cuernos, que distinguen los bos de los puercos.
Esculturas de este tipo pero de dimensiones mayores existieron y a decir de los estudiosos su función era la de proteger el ganado. Con el paso del tiempo dada la evolución que fue sufriendo la cultura Vetona, se tallaron figuras menos voluminosas y quizá con menor precisión cuyo objeto dentro del ámbito religioso era proteger a los poblados principales. Y ya en los albores de la era cristiana se siguieron tallando estatuillas de Toros, pero ya de muy pequeñas proporciones y se usaban con fines funerarios.
Se ha concluido que la razón de la existencia del grupo escultórico que nos ocupa es reconocer el sentido mágico-religioso que ha tenido el Toro desde su antepasado el uro, pasando por el bisonte y por el bos taurus. Esta realidad de Los toros de Guisando no es otra cosa que una muestra más del carácter de deidad protectora de este animal en la historia de la humanidad, de su condición de ser sagrado y sobre natural y de su servicio para que el hombre realice sus ritos hasta en la modernidad, como sucede con la Corrida de Toros, que si bien con los años ha venido convirtiéndose en un espectáculo no puede dejar su condición ritual en la cual el hombre reta a la muerte a través del ingenio, de la racionalidad y del buen uso de los sentidos que dan vida a la vida. Recibe un abrazo de tu amigo. El Fraile.
Añadido: No es comprensible la posición de parte de la prensa, tanto escrita como hablada, en cuanto al sentido que le han dado a las palabras durante el trágico episodio que algunos han llamado “Paro nacional”. Se hace muy difícil entender la razón o razones por las cuales se dedicaron a usar calificativos que no corresponden a la realidad. No han sido capaces de llamar las cosas por su nombre y han preferido adornarlas con adjetivos que niegan la verdad.
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