¿Por qué “El perro es el mejor amigo del hombre”, aunque esté demostrado, que el mejor amigo del perro es el perro?

Vale la pena contar la historia para que reflexionemos sobre la degradación a la que ha llegado el ser humano, con su capacidad de pensar, creerse centro del universo, sin que le importe mucho lo que tenga que hacer, a quien tenga que pisar para lograrlo.

“La historia cuenta que en septiembre de 1870 en Misuri, George Graham Vest, político, abogado, conocido como gran orador y casi nadie podía ganarle un debate. Pero lo hizo famoso el caso de un perro, que murió a manos del vecino de su amo”.

“Vest tomó el caso pues sabía que iba a ser sonoro. No se equivocó. Alcanzó popularidad y pasó a la historia, por el discurso que pronunció, que conmovió al jurado y juez por igual”.

“Charles Burden, un granjero, acusó a su vecino de haber matado a su perro. Intentó denunciarlo penalmente, pero le dijeron que eso no era posible pues los perros no son humanos, solo podía aspirar a una indemnización de 50 dólares, el máximo de la época”.

“Según se conoció en el juicio, Leonidas Hornsby estaba cansado de que lobos y perros salvajes acabaran con sus ovejas, por eso dijo que mataría a cualquier perro que pisara su propiedad. Old Drum (Viejo tambor), un perro de caza, apareció muerto de un disparo cerca de su propiedad, por lo que inmediatamente fue señalado como autor”.

Este fue el discurso de la defensa:

“Caballeros del jurado: El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crió con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que están más cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores”.

“El dinero que un hombre pueda tener también podrá perderlo, en el momento que más lo necesite. La reputación de un hombre quedará sacrificada por un momento de locura o debilidad. El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su perro”.

“Las personas están dispuestas a caer de rodillas para honrar nuestros éxitos, serán los que arrojen la primera piedra, cuando el fracaso ponga nubes sobre nuestro porvenir. Señores del jurado, el perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, solo para estar junto a su amo”.

“Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro solo pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderle contra todos sus enemigos. Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero mundo”.

“Y cuando llega el último acto y la muerte hace su aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí, junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, más allá de la muerte”.

Sí, sin duda el perro es el mejor amigo del hombre. Pero no se puede decir lo mismo del hombre con respecto al perro. El hombre tiene muchos intereses, lo anima la codicia, se enloquece por ganarse el poder. Entonces, en un instante, pierde límites, de nada vale la ética, la moral es cosa baladí, la incondicionalidad deja de existir. Solo intereses, lo demás es lo de menos, cueste lo que cueste.

Ese comportamiento del hombre le es singular, no la tienen los animales, ni las fieras, ni siquiera las hienas. No es general a todos los hombres. Están los que conservan su dignidad intocable. Pero muchos la pierden por tener el poder. En eso son especialistas políticos, civiles e industriales corruptos.

De manera que si lo invitan a votar, lo seducen, no olvide que usted, no es como dicen ellos su mejor amigo, ellos no son como el perro fiel. Ellos son “perros”, pero no son buenos amigos, solo son buenos cómplices. Al final usted será el único que saldrá lastimado, mientras ellos ríen con cinismo. No les crea. La verdad no es su mejor aliada. Dude siempre de ellos; siempre terminan haciendo lo contrario a lo que prometieron. A diferencia del perro podrán hacerlo enterrar a usted, pero no lo acompañarán en el entierro.