Dice la sabiduría popular que “La belleza es efímera, pero la feura es eterna”. Eso no tiene importancia alguna, aunque vivamos en un mundo en el cual, lo que se ve por fuera ha sido mucho más importante que lo que se lleva adentro. Pero es lo que se lleva en el interior, lo que se tiene como pilar del pensamiento en el cerebro lo realmente importante, si además de lúcido es coherente.
Esa discusión ha ocupado volúmenes enteros, desde los más elementales, hasta los más profundos. El problema es que hay gente que tiene mucho cráneo, pero no tiene cerebro. El cráneo no piensa, como creen algunos cuando dicen a la ligera “vamos a cranear una solución”. Y así lo hacen en efecto. Es por eso, que nos tenemos que “mamar” los “huesos” difíciles de roer, que nos presentan en el día a día, muchos de los que manejan opinión o tienen poder.
Y aunque la sabiduría popular dice también que “La suerte de la fea, la bonita la desea”, nunca nos dijo nada sobre la inculta, descortesía o zafia; necios y necias, que eso no tiene distinción de genero, clase social, o estrato socioeconómico.
Creemos que es un problema menor pero no lo es. Tenemos tantos personajes toscos y ordinarios en puestos de importancia, que afectan sin remedio la sociedad en la que actúan. Suelen ser gritones, vulgares y desafiantes. No tienen remedio, bien se sabe que “Lo que natura no da, Salamanca no lo presta”. En nuestro departamento es un buen ejemplar el parlamentario Carlos Felipe Mejía. Pero a su lado están otros que lo hacen parecer inteligente.
Son muchos. Están regados a lo largo y ancho de nuestra geografía, y fuera de ella. El paraíso de los patanes es infinito. El problema está en que muchos de ellos, manejan nuestras instituciones, nuestros puestos públicos, nuestra burocracia. Claro, los hay también en el sector privado, hacen parte de la vida cotidiana, pero esos, si la sociedad no los sigue y no les presta atención, no le hacen daño a toda una población.
Ya tenemos bastante con @ernestomaciast, @Enriquepeñalosa y otros muchos, que para infortunio de nuestra nación toman decisiones que afectan a todo el mundo y lesionan en materia grave a los ciudadanos del común, de los que paradójicamente derivan su inmerecido y altísimo salario, en una reedición de una república que sufre la desgracia de tenerlos como dirigentes.
Pero el paroxismo de la necedad salió a relucir nuevamente por cuenta de @MariaFdaCabal, una congresista que habla todavía de Yugoeslavia y la Unión Soviética, para demostrarnos su ignorancia; la misma que afirma sin sonrojarse que lo de "la masacre de las bananeras es un mito histórico".
Pues bien, la mencionada Cabal, retirada de la Fiscalía, según el portal lasillavacía, por actos cuestionables: “En el 2006 llegó a la Fiscalía General como directora de asuntos internacionales, nombrada por el Fiscal General Mario Iguarán para encargarse de temas como la cooperación internacional en materia judicial. Renunció un año después a raíz del escándalo que se armó por su cuestionamiento de la decisión de un fiscal de derechos humanos de vincular a 69 militares al proceso judicial por la masacre de San José de Apartadó y porque desde su oficina se filtró un informe interno del caso al Ministerio de Defensa.
No contenta con los escándalos que siempre despierta, su desprecio absoluto por la cultura y las buenas maneras, trinó el 9 de junio del presente año: “Las alucinaciones son una característica de la izquierdopatia revolucionaria. Aún no conocemos el primer asesino en estado de inconsciencia por cuenta del consumo de dulces”. Aparentemente tiene razón, solo que olvida la congresista que hay múltiples estudios, serios todos, que demuestran la relación del consumo de azúcar con la tercera causa de muerte en el mundo. Eso solo por el azúcar, sin tener en cuenta que para que la producción sea entre 30 y 40% mayor a lo esperado, usan glifosato, que seca la caña pero aumenta la producción. Es el asesino silencioso, el mismo que enriquece a pocos a costa de la vida de muchos. (Al azúcar le llaman “la muerte blanca” y tiene relación con enfermedades cardiovasculares).
En fin. La Cabal debe ir a averiguar qué son las alucinaciones. Están bien definidas en el CIE-10, con el diagnóstico R44. Esta mujer irritable y cruel, no puede seguir mostrándonos la fragilidad de su cráneo y el poco uso que le da a su cerebro.
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