La canadiense Margaret Atwood es una señora autora, que no quede duda de ello. Confieso que entré prevenido a Los testamentos. Les tengo miedo a esos libros tan cargados de mercadeo y publicidad. Además, nunca leí El cuento de la criada, que escribió hace unos treinta años y tampoco he visto la serie que se produce con base en ese texto.
No hace falta leer el primer texto para entender el segundo. Al principio parece denso, pero es que cuando se crean mundos en la literatura, el autor debe ir paso a paso para que el lector no se pierda. Al fin y al cabo está hablando de hechos que son casi absurdos, si los comparamos con la realidad que conocemos.
En este caso, la obra nos habla de un mundo complejo. Hubo una guerra en Estados Unidos, en la frontera con Canadá, y ganaron los que preferían un estado en el que los hombres tenían el poder y las mujeres apenas podían ser colaboradoras -tías-, esposas, criadas o sometidas. Se despedaza una nación que alguna vez se llamó Estados Unidos.
La obra es una metáfora contra el machismo y de todas sus expresiones, también de esa manía de culpar a las mujeres por tentar a los hombres.
Vamos viendo a través de testimonios en primera persona de diferentes protagonistas cómo ha trascendido la historia de cada una y también del país, a través de sus ojos. Una de ellas se encuentra en Canadá y el día de su cumpleaños ve cómo cambia su mundo, ella es pieza clave del país vecino, del que reniega, por el que sale a marchar para que recupere su autonomía, pero la realidad la confronta.
Cada narradora en su estilo va dando cuenta de las cosas que suceden, de los excesos en los que incurre el poder; de los vejámenes que tienen que aguantar las mujeres; del apocamiento al que estas son sometidas; y de cómo todo esto pone en riesgo a los otros países a su alrededor. No obstante, como en todo, siempre hay rebeldes que están dispuestos a morir por una justa causa, aunque eso implique tomárselo con paciencia y hacerse pasar por parte del sistema. La esperanza de la venganza traerá sus compensaciones.
Es la vida de las adolescentes temerosas de ser sometidas a maridos injustos, la oportuna aparición de una matrona que las salva y las guía por una especie de servicio a los otros, para convertirlas en lo que llaman perlas. No obstante, la corrupción se asoma y es entonces cuando por fin se logra que regrese la más apetecida de las ausentes, la adolescente Nicole, sobre la que se ha creado un mito, desde que desapareció siendo bebé. Ella será a la vez la pieza clave para desenvolver este ovillo y regresar la democracia a Gilead.
El final, seguramente conecta con la primera novela de esta saga, pero me pareció un poco forzado. Pudo no necesitarse ese epílogo, pero algunos dirán que era necesario para no dejar cabos sueltos. Tal vez sea cierto. De todas maneras es solo una percepción y no le quita mérito a la obra. Léanla y #HablemosDeLibros. Sí, ya sé, buscaré El cuento de la criada para leerlo.
En frases
* Se acabó ver el mundo con mirada soñadora, maravillada.
* Estaba en esa edad en la que los padres de repente se transforman y pasan de ser quienes los aben todo a quienes no saben nada.
* Empecé a comprender que el cuerpo de la mujer era una gran trampa sinuosa.
* Que tediosa es la puesta en escena de una tiranía. La trama es siempre la misma.
* Mantén cerca a tus amigos, pero más cerca aún a tus enemigos.
* Algo es algo, y yo soy una gran defensora del algo cuando no se puede tener todo.
* Una vez que se desmiente una historia que creías cierta, empiezas a sospechar que todas las historias son falsas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015