Un historia de España

Qué envidia el desparpajo con el que escriben ciertos autores, gracias a estar precisamente investidos de autoridad. Eso es lo que pasa con Arturo Pérez-Reverte, un tremendo novelista, que cuando escribe opinión tiene la ironía en la yema de sus dedos. Haciendo uso de esta, nos cuenta un poco por qué le pasan a su país las cosas que le pasan. De contera, uno va decantando, por qué nos pasan a nosotros las cosas que nos pasan, al fin y al cabo, en nuestra identidad, así muchos insistan en negarla, tenemos también un importante componente español.

El libro arranca a modo de prólogo con 39 citas de obras y autores sobre ese pedazo de península incoquistable para algunos, de gentes bárbaras para otros, pueblo noble para unos más, como esta maravilla de Baltasar Gracián, que podría definir también a un colombiano: "Allí vive y reina la soberbia con sus aliados: la estimación propia, el desprecio ajeno, el querer mandar y no servir a nadie, el lucir, el alabarse, el hablar mucho, alto y hueco, el brío con presunción".

Pérez-Reverte nos da una lección de cómo escribir con rabia de ese pasado que nos ata, y que hace que nuestros países cada que avanzan un paso, es porque se vienen dos para atrás. Es un libro que se lee de corrido, enseña historia y buena escritura. Y sus ácidas críticas no se quedan solo para sus ancestros o para el mediocre Fernando VII -"cruel, traidor y miserable"-, al que vuelve trizas; a nosotros también nos toca por aquello de independizarnos, pero querer seguir culpando de nuestros males a la madre patria: "Así continúan: como un hermoso sueño de libertad y justicia nunca culminado. Con el detalle de que ya no pueden echarles la culpa a los españoles, porque llevan 200 años gobernándose ellos solo". Muy recomendado.

En frases

* La guerra civil empezaba a ser una costumbre local tan típica como la paella, el flamenco y la mala leche.

* Para dar la puntilla a aquella España que pudo ser y no fue, en Francia apareció un fulano llamado Napoleón.

* En España nunca se dice lo que pasa, pero desgraciadamente siempre acaba pasando lo que se dice.

* Ser lúcido en España aparejó siempre mucha amargura, mucha soledad y mucha desesperanza.

Diez crímenes sorprendentes de la historia de Colombia

Qué lío con esto de los crímenes. Define Roque Barcia, en Sinónimos castellanos (1939), criminal: "aquel que con mala intención, con voluntad dañada, con deliberación profunda, impulsado por pasiones ruines, sin lucha, tal vez sin pesar, hace daño a sus semejantes, lastimando su vida, su hacienda, su honra. La alevosía, el incendio, el robo, la violación, el homicidio son crímenes, generalmente hablando. Para que haya crimen es necesario que haya mala intención".

Me detengo en lo último. No me parecieron que los 10 casos de este libro sean crímenes. Que los hay, los hay, desde homicidios escabrosos hasta un emparedamiento de una criada por los celos de su ama en el siglos XIX. Otros pueden ser más curiosidades judiciales.

Hay eso sí dos historias muy manizaleñas. La primera, un crimen sin duda alguna, el asesinato del primer periodista en Colombia por razones de oficio, Eudoro Galarza, en una reconstrucción basada en buena parte en los hechos ya narrados. Por la otra, bien vale la pena este libro, un interesante caso, no sé si crimen o criminal. Karl Ludwig Schwineberg irrigó el amor por la música clásica en nuestra ciudad, como profesor en Bellas Artes y luego como organista de varios templos, hasta la Catedral, a la que le prestaba sus servicios cuando murió atropellado por un vehículo fantasma en 1982. El músico había llegado a la ciudad en los años 30, huyendo de la guerra en Alemania, pero en los 40 fue enviado dos años con otros alemanes al campo de concentración ubicado en el hotel de Sabaneta de Fusagasugá (Cundinamarca). Él regresó a la ciudad y la disfrutó como cualquier manizaleño. Una historia que rescata Fernando Salamanca en este libro.

En frases

* La persecución a los extranjeros indeseables es una manera de silenciar nuestros problemas.

* En el Astor (…) podía leer un tablero de LA PATRIA con las noticias de Colombia y el mundo.

* Época en que los imaginarios de un catolicismo medieval marcaban el pulso de la vida cotidiana.