Una historia de libros, de viajes, de culturas y, sobre todo, de los tintes para las telas. De esto se trata El color del imperio, la novela que nos presenta el catalán Ignasi Serrahima.
En 1348 un amante de los pergaminos, un traductor del griego, cuya misión era preservar los textos en su Abadía de Praglia arma un plan para salvar unos textos que podrían ir a la hoguera en tiempos de persecución a aquellos que no se consideraban ciento por ciento cristianos, como él, que era un converso. Por eso, antes de que vengan a quemarlo a él y lo que representa decide enviar los textos a otros lugares.
1432. Empieza una nueva historia, Alamanda teme pasar el río y tiene por qué. Ella lo logra, pero no su madre que es arrastrada por la corriente y muere sin poder hacer nada por sus hijos. La niña queda a merced de su abusivo padre y luego es vendida a un artesano. De él aprende a trabajar duro y a atesorar. Sin embargo, de nuevo la vida la deja expuesta a los abusos y por la mano de una experta en yerbas y brebajes es salvada.
Su carácter empieza a forjarse y cuando llega al convento en donde se encargan de entintar las telas se promete aprender el oficio y ser la mejor. Así llega también a los libros prohibidos, al texto que la obligaría a meterse la idea en la cabeza de recuperar el púrpura, ese color que solo usaban mil años antes los emperadores y luego los papas.
La obsesión por volver a teñir las telas de este tono la llevarán por aventuras y por territorios que son como un sueño, a veces pesadilla, para alguien que nació mujer y pobre en tiempos recios.
Es la historia de los tintes, de cómo las telas fueron cubriéndose de estos, que se derivaban principalmente de vegetales, también de las injusticias que se cometían en tiempos en los que se pensaba que si alguien se dedicaba a algo, sería para toda la vida y no podía meter sus narices en el oficio de otro. Hasta los colores con los que se podía entintar eran reservados para unos, y otros para otros, lo que hoy suena absurdo.
Lo mejor de leer estos libros con tintes históricos es que nos muestra que esas cosas que hoy damos por sentadas vinieron de algún lado. Hace siglos la cosa era difícil, vestirse de un color no era cuestión de gusto, sino que era aprovechar lo que hubiera, lo que natura daba.
Alamanda aprende a defenderse en la vida con su arte, reta las tradiciones, reta la moral incluso de la época y eso le permite estar en el centro de la historia cuando sucede. Así es como presencia, por ejemplo, la caída de Constantinopla, pero antes ha logrado recuperar lo perdido. Entintar en púrpura en reinos lejanos y por cuenta de los caracoles que producen el tinte y el mar que lo fija. Pero ese color es tan apetecido que lo quieren reyes y papas solo para ellos, como muestra de su poder.
Alamanda se relaciona entonces con las gentes del poder, también con buhoneros y malandros. Una mujer de mundo, pero siempre apegada al origen. Alcanzó la fama y el dinero, es la mujer de la púrpura, pero también la chica que fue esclava, artesana y amante.
La novela aparece cada tanto con relatos en primera persona para aclarar o para dar cuenta de detalles, pero no siempre logran el objetivo, porque no responden estos relatos a una lógica. Para mi gusto, que no tiene que ser el de ustedes, amigos lectores, se alarga demasiado en detalles mínimos que pudieron servir para hacer más ágil la narración. No obstante, que hay lectores que gustan de estas descripciones nimias y por eso se venden estos textos. Si usted es de estos, este es un libro para aprender de historia, de tintes y de cómo evolucionaron ciertas artes desde sus rudimentarios orígenes.
Leánla y #HablemosDeLibros y de todas estas cosas.
Subrayados
* Gastaud había ido a venderla a un oscuro rincón de ese pueblo cuyo nombre ya ni recordaba.
* Los secretos solo son poderosos si siguen siendo secretos; en cuanto los conoce mucha gente, pierden valor.
* Este color es el color de Dios, de Alá, el que da gloria y poder al que lo viste y riqueza al que lo produce.
* Nunca nadie tiene la culpa de nada. Esto no va de culpas, va de forjar la historia.
* Pienso que la vida es aquello que ocurre a nuestro alrededor mientras nos afanamos por perseguir nuestros sueños.
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