Fernando-Alonso Ramírez

@fernalonso

Qué difícil es la segunda oportunidad para quienes perdieron su corazón al entregarlo todo en la primera. Dulce animal de compañía es una novela poderosa, cuyo autor, de provincia, no cuenta con el mercadeo que reciben muchos libros sosos solo por ser de autores bogotanos o medellinenses. No es un tema que desvele a Triunfo Arciniegas, que está en la lista de los autores que más textos vende y no solo en Colombia.

Es un escritor de culto para el público infantil. Sus cuentos llegan a varios países y se publican en tirajes que envidian los llamados grandes novelistas colombianos, y como lo dije alguna vez, tiene ese talento casi único de ser un excelente escritor de literatura infantil y de literatura erótica. Si me apuran, esta, su más reciente novela, tiene un poco de ambos mundos, como en los cuentos de Mujeres muertas de amor, la inocencia y la perversidad se conjugan bastante bien. Además, está escrito con una factura que pocos logran: moderna, rápida, entrañable.

En frases

• La mujer le arrojaba más que migajas, se daba entera, enloquecía en la oscuridad y se recogía en la luz.
• La carretera se veía como una serpiente. Que nos perseguía, que nos rebasaba.
• El olor del café me devolvió una dicha olvidada. Mamá olía a café.
• Los fantasmas son amores que no han sabido matarse
• Ahora sabía que los besos, como la tierra, pertenecen a quien los trabaja.
• Pero no fue un invento: salió en el periódico.

La prosa de este norsantendereano encuentra en los avatares de Renata y de Antonio un desarrollo que invita a consumir pronto las páginas. El relato comienza con una escena que impacta a una población, los toros que van al matadero se salen en estampida del camión que los lleva y causan accidentes de todo tipo, hasta la muerte de varias personas.

Luego vienen pequeños relatos que parecen cuentos, pero que se van entrelanzando magistralmente, como un rompecabezas, hasta continuar el hilo para saber si el par de tortolitos van a ser capaces de darse la segunda oportunidad, a pesar del fiasco que resultó para cada uno la primera experiencia con el amor.

La historia se sucede entre Málaga y Pamplona y en el camino los personajes se encuentran con malhechores, y tiene Daniel la oportunidad de ser el caballero con brillante armadura y sin zapatos, tan escuálido como cualquier joven que termina de prestar el servicio militar. También la presión de los amigos o de los conocidos, o la idea de los culpables de que su corazón haya sufrido, que se creen con el derecho a reclamar lo que abandonaron. Dos jóvenes que intentan forjarse su destino a pesar de su pasado y del pasado de sus familias, y en el camino van tejiendo relaciones y templando sus personalidades.

En fin, una historia que vale la pena leer como todas las de este excelente escritor colombiano.