Fanny Bernal Orozco * liberia53@hotmail.com
Estas dos palabras tan sencillas de expresar y, a veces, tan difíciles de asumir. La seguridad y la confianza son valores esenciales para la vida y las relaciones de cualquier ser humano. Son condiciones que permiten el crecimiento y la armonía emocional.
Las personas que se sienten seguras y confiadas, invierten poco tiempo en preocuparse por el qué dirán. Escuchan con respeto las opiniones de los demás, sin imponer, agredir o burlarse. El interrumpir una conversación no forma parte de su estilo, saben esperar para expresar sus opiniones e intercambian ideas con honestidad.
Sentir seguridad y confianza son habilidades que abren puertas y despejan caminos. Cuando se carece de estos valores o no se han cultivado lo suficiente, hay miedo e incertidumbre. Incluso hay personas que se sienten opacadas ante el más mínimo comentario y en sus mentes se hacen sorprendentes películas con las cuales, se desvalorizan aún más:
- Creo que me están mirando mucho.
- Es que mi autoestima no es suficiente para lograr tal objetivo.
- Cuando estoy al lado de mis compañeros o amigos, yo no soy nadie.
Quizás usted considere que este trato o más bien maltrato hacía sí mismo es exagerado. Sin embargo, aunque parezca raro, estas quejas son frecuentes. La falta de confianza y de seguridad puede poner a una persona en peligro, en tanto que para sentirse aceptadas y poder encajar en un grupo, asumen actitudes que no les son propias y, de esa forma, permiten que otros se aprovechen, maltraten, se burlen o le humillen.
Por otra parte, lo que más daña o quiebra la confianza y la seguridad, son los pensamientos que se tienen de sí mismos, los cuales -la mayoría de las veces- se han repetido por años y, con ellos, se ha alimentado esta infortunada actitud. Hay que aprender a callar esa voz interna, fundamentalmente cuando solo habla para expresar la queja o la descalificación.
La seguridad y la confianza se fortalecen cuando un ser humano se responsabiliza de sí mismo y cultiva las esferas cognitiva, intelectual, emocional y espiritual; así como también cuando fortalece y mantiene relaciones afectivas y sociales empáticas y respetuosas.
* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.
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