Fanny Bernal Orozco* fannybernalorozco@hotmail.com
 

-¿Qué es un autoengaño?

Es un mecanismo que utilizan algunas personas para no hacer frente a la realidad, por temor, incapacidad o por falta de voluntad. Encontramos individuos que tienen capacidad para crearlo y para creérselo y, así, arman discursos, falsean realidades, provocan dudas, justifican sus actos y claman atención con sus palabras. Increíblemente hay quienes les creen.

Los que viven y se alimentan del autoengaño, son muy hábiles con la palabra, se entrenan para ello y así van por la vida sin asomo de vergüenza. Es un mundo fabricado con redes, artilugios y trampas emocionales. Un día dicen una cosa y luego aseguran otra, son como los camaleones. Asumen sus asuntos de acuerdo con la ocasión.

Dicho autoengaño les impide sentir culpa, y ante determinadas situaciones que implican responsabilidades, evaden, justifican, huyen, o atacan todo y a todos, con tal de no asumir compromisos en los cuales, les sea menester afrontar la verdad.

Si se les invita a definirse, ellos sostienen enfáticamente que son personas de bien, que no han hecho sino cumplir con su deber de buena fe. Están rodeados de gentes astutas y ladinas, que les tienen envidia, que se sienten señalados, perseguidos y juzgados.

Este tipo de personas son arrogantes, vanidosas, presumidas, narcisistas y viven en un círculo vicioso lleno de engaños, falsedades, imposturas y artificios.

-¿Qué es un eufemismo?

Palabra que se usa para ocultar la realidad, para despistar, para desprestigiar, para no afrontar un suceso. Esto se da con mucha frecuencia para explicar hechos que no habría que explicar o para enmascarar y encubrir, con frases huecas que al leerlas y oírlas, denotan indiferencia y apatía hacía las personas a quienes van dirigidas.

En nuestro país hay frases que son eufemismos notables:

- A las masacres se les dice hoy ‘homicidios colectivos’.

- A los secuestros, las Farc, las denominaban ‘retenciones’.

- A las detenciones domiciliarias, por parte de los jueces, se le llama ‘secuestro’.

- Al hambre se le nombra como ‘inseguridad alimentaria’.

- A las violaciones de niños por parte de la fuerza pública, llámese Policía Nacional, Ejército Nacional, las llaman ‘casos aislados'.

- A las denuncias por violación a niñas indígenas, las llaman ‘falsos positivos’.

Son estos algunos ejemplos de mentiras que se repiten cotidianamente, de manera enfermiza e irrespetuosa con el dolor y los lutos.

En estos días que se ha dicho insistentemente que hay que avanzar como país. Sería importante pensar que, para ello, es fundamental e imperativo hablar con la verdad, estar de cara a la realidad y dejar tanta marrullería con las palabras y las actuaciones; además de desenmascarar el cinismo y la desfachatez con los que se esconden hechos, maquillan estadísticas y se le miente a todo un país, sin ningún asomo de recato, vergüenza o culpabilidad.

* Psicóloga - Profesora titular de la Universidad de Manizales.