Fanny Bernal * fannybernalorozco@hotmail.com
La solidaridad es uno de los valores más importantes que puede asumir una sociedad, en momentos en los cuales el miedo y la desesperanza aparecen sin aviso previo para perturbar y desorganizar la vida cotidiana de tantos seres humanos.
La solidaridad tiene que ver también con el cúmulo de valores, emociones, actitudes, gestos que se emplean para apoyar, cuidar, proteger, arropar, a otros de manera digna y responsable.
Se es solidario cuando hay un bien común por el cual trabajar y en el cual se despliegan habilidades sociales y emocionales, para que un grupo de personas se sientan reconocidas y acompañadas en momentos de dificultad o vicisitud.
- ¿Cuándo se es solidario?
Cuando se ejecutan acciones que garantizan el bien común de los seres humanos, sin discriminaciones ni diferencias. Este valor debe enseñarse desde la niñez en el seno de las familias y con las personas que las constituyen, como en los escenarios académicos con compañeros, docentes y demás personas que laboran en él; al igual con el medio ambiente, ojala como parte del currículo de los establecimientos de enseñanza primaria, secundaria y universitaria.
- ¿Qué papel juega la empatía?
La empatía es fundamental en cualquier relación que se teja con otras personas, particularmente, en épocas en las cuales se requiere con urgencia de la escucha comprensiva de las situaciones particulares. Esto para poder expresar el miedo, la desesperanza y el desasosiego que se sienten ante la incertidumbre que genera una pandemia desconocida y agresiva, como la que estamos viviendo hoy en el mundo.
- Y ¿cómo ayuda la asertividad?
La asertividad es una habilidad social que, cuando se desarrolla de manera adecuada, oportuna y positiva, se convierte en una fortaleza que incentiva la autodeterminación, el autorespeto y la autoconfianza personal e integra todos estos valores de manera eficaz con las demás personas del entorno.
- Y ¿qué sucede con las emociones?
Las emociones positivas son recursos fundamentales en cualquier momento de la vida y son más necesarias en los momentos de dificultad y duda. El amor, la felicidad, el buen humor, la alegría, entre otras; son las emociones que debemos practicar y cultivar en tiempos difíciles. También es importante asumir la persistencia, la perseverancia, el optimismo y mantener ideas positivas que alienten y motiven al cambio de pensamientos, que alimenten la esperanza.
- Y ¿la bondad y la generosidad?
Dice Martin Seligman, psicólogo y profesor norteamericano, reconocido por sus investigaciones acerca de la psicología positiva, que las personas que practican la bondad y la generosidad lo disfrutan, aún si estos valores los asumen con personas desconocidas. Acciones como estas facilitan la integración, la resolución de problemas y generan sentimientos de pertenencia y seguridad personal.
- ¿Es importante cultivar la compasión?
Afirma Matthiu Ricard que “la compasión -en particular- tiene como objetivo eliminar todos los sufrimientos individuales, sean los que sean, dondequiera que estén y sean cuales sean sus causas”.
Cultivar los valores y las virtudes requiere de entrenamiento, nada difícil en un país como el nuestro en el que suceden cotidianamente tantos hechos dolorosos que necesitan la disposición, la voluntad y la escucha empática; esto para ejercitar nuevos comportamientos y habilidades que nos ayuden a humanizar de manera respetuosa la vida en momentos de incertidumbre, perplejidad y escepticismo.
* Psicóloga - Profesora titular de la Universidad de Manizales.
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