Esteban Jaramillo @estejaramillo
Entre unas y otras, ¿quién responde por los abonados del fútbol? ¿Les darán caramelo?… Otra pata para el gato travieso, decía mi abuela…
De vista pública es el ahogo financiero de los clubes en Colombia, de allí las premuras por volver a la competencia. Atribulan la parálisis, los sueldos de futbolistas inactivos, el retiro de patrocinios y la ausencia de los aficionados en las tribunas. Imposible la sostenibilidad del juego o del negocio.
Bueno sería, en este “regreso gradual e inteligente”, adecuar protocolos adicionales para permitirles a los hinchas el retorno a los escenarios, guardando la distancia, sin ocupar la totalidad de los aforos, como lo plantean en otras disciplinas, en el mundo. Por los menos a los abonados.
Los indicadores sobre la reapertura no generan optimismo. Hoy, como ayer, se habla de dinero, pérdidas, gravámenes, sedes, reducción salarial y despidos, pero poco, muy poco, o nada, de la pelota.
Las figuras se marchan y la Liga se desinfla, afectada su economía, como la del país y la del mundo. Como se ve, para el fútbol no es solo lavarse las manos, o la cara; es desinfectar las ideas para ponerlas en marcha con un propósito común, que nos saque del hastío y del aburrimiento con el retorno del fútbol.
Ente tanto yo sigo aquí, en mi aislamiento, con fidelidad a la salsa, a los tangos, resistiendo el reguetón; en el refugio placentero de mis libros, con tertulias y charlas, asaltado en ocasiones por la maldita desconfianza.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015