Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co

Cuando se habla de seguridad alimentaria se hace referencia al uso de distintos recursos y estrategias para garantizar que la comida sea fiable. Hablar de ello incluye puntos como la autosuficiencia, el acceso a productos y la nutrición para una vida activa y sana.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) expone que la migración altera la seguridad alimentaria. La migración no es más que el movimiento de personas desde la zona rural, entre ciudades o a otros países. Esta se da por distintas razones sociales, políticas, laborales, etc., lo que puede afectar el entorno.

Por eso vale la pena revisar los aspectos más destacados del tema:

* Disponibilidad física de los alimentos para todo el mundo, que depende del nivel de producción y de las exigencias.

* Acceso a los alimentos, lo que garantiza el diseño de políticas destinadas a alcanzar los objetivos de seguridad alimentaria.

* Uso de alimentos: la manera en que el cuerpo aprovecha los diferentes nutrientes.

* Estabilidad en el acceso de alimentos: que sea segura como periódica. Si esto no pasa, se habla de riesgo nutricional. En esto influyen las condiciones climáticas y lo económico.

Existen problemas relacionados a la seguridad alimentaria. Por eso se invita a tener en cuenta:

Más de 200 enfermedades se propagan a través de los alimentos.

Los alimentos contaminados pueden causar problemas a largo plazo.

Las intoxicaciones alimentarias afectan, sobre todo, a personas vulnerables (Bebes, gestantes, enfermos y adultos mayores).

Las personas involucradas con los alimentos (en el sacrificio, la cosecha, el procesamiento, el almacenamiento, el transporte y la distribución) están en alto riesgo de contaminación.

La globalización hace más difícil la seguridad alimentaria.

Hay bacterias de los alimentos que resisten los tratamientos farmacológicos.

Algunas acciones permiten que la seguridad alimentaria se mejore desde el hogar:

* La higiene de manos, superficies, trapos de cocina, utensilios, etc, evita la transferencia de patógenos.

* Separe alimentos crudos de los cocidos.

* Cocine bien los alimentos.

* Mantenga las temperaturas recomendadas.

* Use agua y materias primas seguras.

La situación se presta para trabajar juntos por generaciones sin hambre. Todos tenemos un papel que desempeñar para acabarla.

Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.