En el calendario cristiano se celebra el 8 de septiembre la natividad de María de Nazaret, aquella que fue “vientre bendito de Jesús de Galilea”, bendita entre todas las mujeres por su papel de Madre del Salvador. Es una manera tierna y profunda de manifestar amor, gratitud y admiración a quien desempeñó misión tan eminente.
En su nombre han nacido multitud de movimientos, institutos y comunidades al servicio de la evangelización de los más sencillos y pobres de la tierra; se la aclama como madre y socorro; apoyado en este pensamiento San Vicente de Paúl fundó en Francia las “Damas de la Caridad”, comunidad femenina al servicio de los necesitados y marginados.
A los cuarenta años de edad murió el 8 de septiembre de 1853, en Marsella, Federico Ozanam nacido en Milán, Italia y se reconoció como resplandor de lo fundado por Vicente de Paúl.
Se graduó en Letras y Derecho, se codeó con los pensadores más connotados de Europa, llegó a ser profesor en la afamada Universidad de la Sorbona, cuna de fuerza social renovadora; se casó en 1841 y una niña alegró su existencia; desde su familia orientó con algunos compañeros el surgimiento de una rama de apostolado que fuera la presencia masculina de la actividad al servicio de los más abandonados de la sociedad y frenados como consecuencia de la guerra.
Desde su familia, su grupo de amigos y desde la Universidad lanzó su pensamiento social de un creyente: “Hay hombres que tienen demasiado y que quieren tener todavía más; hay muchos más que no tienen lo suficiente, que no tienen nada y que quieren apoderarse si no se les da”.
Quería ir más allá de un “ asistencialismo” y anotó: “Es demasiado poco socorrer al necesitado día por día; hay que poner la mano a la raíz del mal y por medio de sabias reformas, disminuir las causas de la miseria pública”.
Logró la creación de las “Conferencias de San Vicente de Paúl “, grupo de cristianos al servicio de las necesidades de cada época; ya se han extendido a 107 países; en Manizales ejercen actividad callada y efectiva; mi estudio en el Seminario tuvo el impulso de la mensual ayuda para la pensión exigida, gracias a su presencia.
En nombre da la Madre María, este hijo suyo hizo realidad la extensión del amor de Dios a los más necesitados... y la historia continúa. Buena madre y excelente hijo. Creer va más allá de pensar.
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