Estamos apretados por todo lado, como por una invasión indeseada; este éxodo de difícil caminar nos pone a veces casi jadeantes, con cansancios e interrogantes sobre el futuro; niños, jóvenes y adultos nos vemos a veces afectados emocionalmente y se habla incluso de neurosis y comportamientos precipitados y hasta irresponsables.
Aquí entra nuestro gran Gabo (Gabriel García Márquez) con una obra que bien mirada parece una anticipación a la actual situación de esta pandemia que amenaza con enfermarnos, derrotarnos, marginarnos.
Al leer “El amor en los tiempos del cólera” encontramos como argumento el reto de los habitantes de los pueblos descritos con su brillante pluma para no dejar morir el amor, para no caer en el miedo paralizante, para no ejercer irresponsabilidad ante “el cólera”, epidemia que está azotando a una gran parte de los protagonistas y evitar el contagio que obliga a los habitantes a estar aislados para no irrigar la enfermedad.
Casi idéntica la narración a lo que estamos viviendo hoy; Gabo anotó que se basó en su escrito en lo escuchado a sus abuelos que contaban lo sucedido a los antepasados en la Costa a la llegada de la peste temida, a las medidas tomadas, sobre todo en el aislamiento.
Bello es el capítulo en el cual un chiquillo es invitado a no salir a la plaza ni a visitar a sus vecinos por el peligro a contaminar o ser contaminado; desde la ventana el niño mira interrogando a la existencia que le amarra en casa por causa de un virus mortal; gráfico parecido a nuestra realidad.
Como el chico aquel estamos invitados a seguir cuidándonos para cuidar a los demás, a tomar las medidas indicadas, a estar en cierto aislamiento para aplacar el ímpetu del misterioso coronavirus.
Hoy se puede decir que estar solitario es una manera de ser solidario, que asumir la disciplina es un modo responsable de construir alivio y posibilidad de superar esta inesperada situación, de no dejar morir el amor en tiempo de virus.
Es cierto que es preocupante el alto índice de desempleo, el cierre de establecimientos de trabajo honesto, el largo trayecto en espera de medidas que alivien el descalabro económico.
Pero es urgente, en nombre de Dios y del realismo actual, no dejar caer el amor... en tiempos de virus... es aire renovador.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015