Como todo verbo transitivo, el verbo ‘reiterar’ (“Decir o expresar algo otra vez o repetidas veces” – M. Moliner) no pide preposición alguna para su complemento directo, únicamente la preposición ‘a’ cuando hay que determinar o personificar, excepción que, por su naturaleza, puede afirmarse, no se da con este verbo. El redactor de la sección ‘Salud’ de LA PATRIA se expresó así: “El ministro de Salud, Fernando Ruiz, reiteró en la necesidad de vacunarse” (8/1/2022). En esta oración, el verbo ‘reiterar’ no es el indicado para manifestar la idea pretendida. Mejor, ‘insistir’, que, como intransitivo, sí pide la preposición: “…insistió en la necesidad de…”. Con ‘reiterar’, el redactor debió buscar un complemento directo, por ejemplo, ‘su recomendación’: “El ministro de Salud reiteró su recomendación de vacunarse”. Hay que buscarle siempre la comba al palo, esto es, ¡claro!, si se quiere lograr un buen resultado.
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En la misma página, en la nota titulada ‘Aislamiento y pruebas’, se lee: “Las personas sintomáticas, cualquiera que sea su sintomática (flujo nasal…). “…cualquiera que sea su síntoma…” o “…cualesquiera que sean sus síntomas…” son, evidentemente, las formas correctas de expresar esa idea, porque ‘sintomática’ no es sustantivo, sino el femenino del adjetivo calificativo ‘sintomático’ (del griego ‘symptomatikós’), que significa “perteneciente o relativo al síntoma”. Esta palabra viene del griego ‘symptoma’ (‘caída, coincidencia, casualidad, desgracia’) a través de la latina ‘symptoma-atis’ (‘síntoma’). Es útil siempre, y necesario, insistir en el empleo apropiado de los términos. Nota: Mientras redactaba este párrafo, me bailaban en la imaginación los omnipresentes vocablos ‘problemática’ y ‘temática’. Por algo será.
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Estoy casi seguro de que el doctor Flavio Restrepo no tuvo la ‘intención’ de escribir ‘intensión’ por ‘intención’ en la siguiente afirmación: “La inscripción de cédulas por Internet es imposible, en una entidad que no tiene la intensión para mantenerla activa…” (LA PATRIA, 13/1/2022). Y como el corrector automático no tiene manera de adivinar la ‘intención’ del redactor, no le corrigió la palabra, por lo que quedó así impresa por siempre. En castellano, los dos términos son castizos: ‘intención’ (del latín ‘intentio-onis’ – ‘acción de estirar, compresión, esfuerzo; esfuerzo hacia un fin, intención’), el adecuado en la frase citada, es la “determinación de la voluntad en orden a un fin”; e ‘intensión’ (del latín ‘intensio-onis’ – ‘acción de tender, estirar; tensión’) es lo mismo que ‘intensidad’, a saber, “grado de fuerza con que se manifiesta un agente natural, una magnitud física, una cualidad, una expresión, etc.”. También la “vehemencia de los afectos del ánimo”. Todo esto, sin embargo, cambió, de acuerdo con la vigésima tercera edición de El Diccionario (2014), que de ‘intensión’ da esta definición: “1. Fil. Comprensión (//Conjunto de conocimientos). 2. Ling. Conjunto de rasgos semánticos de una unidad léxica, por oposición a extensión. // 3. Poco usado. Intensidad”. Notas: 1ª.) ‘Tener la intención de’ mejor que ‘para’. 2ª.) La segunda edición del diccionario de M. Moliner no tiene la entrada ‘intensión’.
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Lo que dije antes del verbo ‘reiterar’ se debe aplicar también al verbo ‘denigrar’ (“deslustrar, ofender la opinión o fama de alguien”), puesto que, como transitivo que es, no necesita ninguna preposición para su complemento directo, salvo en las excepciones dichas (‘determinar o personificar’), que sí le atañen. En la siguiente declaración, por tanto, sobra la preposición ‘de’: “Y los políticos, en vez de andar denigrando de las empresas que crean prosperidad…” (El Tiempo, Thierry Ways, 16/1/2022). “…denigrando las empresas…”, castizamente. Este verbo viene del latino ‘denigrare’ (‘poner algo negro, ennegrecer; infamar; ennegrecer la reputación’). Sus sinónimos, ‘difamar, deslustrar, desprestigiar, desacreditar, estigmatizar, menoscabar, injuriar, baldonar’, etc.). La inclusión innecesaria de la preposición ‘de’ para el complemento directo de este verbo es muy común, solecismo que afecta también el empleo de los verbos ‘denostar’, ‘requerir’ y ‘necesitar’, ya que casi siempre, por no decir siempre, los conjugan con esa preposición, verbigracia, “La Coalición Centro Esperanza necesitaba de la presencia de una mujer…” (El Tiempo, Ingrid Betancourt, 19/1/2022). “necesitaba la presencia…”. Así.
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