Eduardo Lindarte Middleton, PHD

Las elecciones del pasado 27 de octubre produjeron considerables sorpresas electorales sobre todo a nivel de alcaldías principales y gobernaciones, como ocurrió en Caldas con la Alianza Verde. Ello ha llevado a la percepción de un terremoto electoral con el surgimiento del voto de opinión. Pero cabe preguntar sobre ¿cuál es el alcance de lo anterior?

Para explorar lo anterior hemos examinado los resultados a nivel municipal en Caldas. El total de concejales elegidos, según datos de LA PATRIA (lunes, 4 de noviembre, pp. 12-13) ascendió a 321. De estos, 80 (24,9%) correspondieron al Partido Liberal, casi el mismo número 79 (24,6%) a La U y 55 (17,1%) al Partido Conservador: es decir 66,6% o dos tercios correspondieron a estas huestes tradicionales. Mucho más atrás quedó el Centro Democrático (10.7%) mientras que Cambio Radical hizo honor a su nombre con apenas (3,7%). Otros contendores fueron ASI (5,6%), MIRA (2,3%), MAIS (2%) y AICO (1,9%).

Cuando se examinan los resultados por subregiones aparece alguna variabilidad entre los tres ganadores. Para Alto Occidente (con Filadelfia, La Merced, Marmato, Riosucio y Supía) el primer lugar por número de concejales elegidos lo ocuparon los Liberales, el segundo la U y el tercero el MAIS. En total, estos tres partidos eligieron el 67,5% de los 57 concejales.

En Alto Oriente (con Manzanares, Marquetalia, Marulanda y Pensilvania) el Centro Democrático ocupó el primer lugar, los Conservadores el segundo y la U el tercero; en su conjunto eligieron el 58,7% de los 71 concejales. Esta representó la única subregión donde el Centro Democrático ocupó el primer lugar y donde el porcentaje de los tres ganadores en el total fue relativamente bajo.

En Bajo Occidente (con Anserma, Belalcázar, Risaralda, San José y Viterbo) los Conservadores se llevaron el primer lugar, la U el segundo y los Liberales el tercero para elegir en conjunto el 69% del total de 55 concejales. En Centro Sur el orden correspondió a Liberales, la U y Conservadores con el 70,4% del total de 71 concejales.

En el Magdalena caldense (con La Dorada, Norcasia, Samaná y Victoria) el resultado favoreció a la U. a los Liberales y al Centro Democrático con el 63% de los 46 concejales. Por último, en el Norte caldense (con Aguadas, Aranzazu, Pácora y Salamina) predominaron Liberales, la U y Conservadores con el 87,5% de los 48 concejales.

Cuando se examina Manizales por separado, no varían mayormente los resultados, y el orden correspondió a Liberales, primero, y a la U y Conservadores, ambos de estos últimos en el segundo lugar, para un total del 57,9% de los 19 concejales elegidos. Lo único a subrayar comprende el bajo porcentaje representado por el total de estas tres primeras fuerzas.

Finalmente, si se consideran los diputados a la Asamblea de Caldas tampoco aparecen grandes sorpresas por novedad de partidos. Los Liberales ocuparon el primer lugar, seguido por el Centro Democrático y la U, ambos empatados por el segundo lugar. En su conjunto eligieron el 78,6% de los 14 diputados.

¿Podemos hablar entonces de una renovación partidista? Evidentemente que no si los resultados se analizan en estos niveles que solo revelan el pugilato tradicional. Muy por el margen comienzan a aparecer algunas otras fuerzas, pero en estas elecciones al menos no han representado un desafío notable al predominio tradicional. Dentro de este último, cabe destacar el bajo resultado obtenido por el Centro Democrático y la casi desaparición de Cambio Radical con el declinar de la fortuna política de Germán Vargas Lleras.

Donde la renovación se dio más visiblemente fue en los niveles de la Gobernación de Caldas y de la Alcaldía de Manizales, así como en varias otras capitales del país. ¿Será entonces que podremos anticipar una renovación por etapas en la cual progresivamente esta se vaya filtrando hacia nuevos niveles de la elección popular? El interior de la bola de cristal se muestra demasiado turbio al respecto para una conclusión definitiva.