La primera infancia, ese momento donde la vida va construyéndose, donde poco a poco una identidad se va definiendo sin ser consciente de ello, un espacio de familia, de nutrición, de aprendizajes de normas y comportamientos, de cercanía con un mundo educativo. Hoy, en tiempos de cuarentena y de pandemia, los niños están dependiendo aún más de su entorno familiar y educativo.
Estas líneas necesitan precisarse con datos, particularmente sobre nutrición y educación en Manizales en 2019. Del total de niños valorados nutricionalmente, el 13,1% tenía desnutrición crónica, el 3,4% desnutrición aguda, el 14,9% sobrepeso y el 5,9% obesidad. No hubo ninguna muerte por desnutrición en menores de 5 años, sin embargo, la desnutrición aguda y crónica se encuentran al alza. Cada vez es mayor el número de nacidos vivos con bajo peso al nacer (10,7%), cada vez es mayor la tasa de mortalidad en menores de un año (11,8) y en menores de cinco años (14,4). La cobertura bruta en transición fue 79,9%: 4 de cada 5 niños iniciaron su educación formal, ¿Qué pasó con el niño que no? La cobertura en pre-jardín y jardín es aún más problemática: solo 1 de cada 5 niños asistieron (18,6%).
Las cifras en sí mismas son preocupantes, particularmente sobre los indicadores de desnutrición, sobrepeso y obesidad, la inquietud es mayor al constatar que la cobertura en valoración nutricional está decreciendo. En el 2019 la cobertura en valoración fue del 18%, la menor alcanzada al menos desde el 2012, en aquel entonces con una cobertura del 57%. El 18% se alcanzó gracias a los programas del ICBF y/o por la asistencia oportuna a los controles de crecimiento y desarrollo en alguna IPS de la ciudad. Estos controles son momentos vitales para madres y padres en tanto se comparten con ellos temas sobre juegos, desarrollo infantil y pautas alimentarias para ser asumidas en casa.
¿Qué significa esta dificultad en la cobertura de la valoración nutricional? Significa que entre menos niños sean valorados, cada vez más la información generada tendrá mayor grado de imprecisión sobre la nutrición de la población infantil en Manizales. ¿Con base en qué se pueden tomar decisiones de política pública si no es en función de información de calidad? Podría ser oportuno retomar una buena práctica que se dio en Manizales en el 2016: realizar un estudio con representatividad estadística para tener una valoración nutricional precisa de nuestra niñez.
Ese fue el llamado realizado por las instituciones que conformamos la mesa “Primero la infancia” a la Administración actual durante la construcción de su plan de desarrollo municipal: “incrementar la cobertura en valoración del estado nutricional de los niños y niñas de la primera infancia para garantizar datos representativos sobre la totalidad de la población en la ciudad”. Es un llamado a la corresponsabilidad para que juntos entre Estado, ciudadanía y Academia, mejoremos las condiciones de vida de la primera infancia en Manizales.
Nota: Esta columna se construye a partir del informe de calidad de vida 2019 y el informe Cómo vamos en primera infancia 2019, este último es un ejercicio realizado en alianza con el CINDE, mesa 1º la infancia y la Fundación Éxito. Ambos informes serán presentados en septiembre y octubre del presente año.
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