El espectáculo que se conoce como Corralejas es una fiesta popular de toros que se realiza principalmente en la costa Caribe colombiana, pero que también se vive en otros puntos de la geografía nacional, como es el caso de Riosucio, en Caldas, donde se presentan eventos del mismo tenor durante “El Carnaval del Diablo”.
La palabra Corraleja es un vocablo criollo derivado de “corral”, según lo expresa J. Santa Vega en su libro “El Mundo de las Corralejas” y define un espacio delimitado por una cerca, construida generalmente en madera, en cuyo interior se corren toros bravos. Y ojo que aquí se habla de toros bravos no de toros de casta.
Los orígenes de esta actividad se remontan a la época de la colonia y se sabe que se inicia no propiamente como un espectáculo taurino, sino más bien como una labor de enseñanza del manejo del ganado, toda vez que las reses en sus hatos deben ser manipuladas para poder cuidarlas adecuadamente y para ello se hace menester burlarlas para por esa vía lograr domeñarlas.
Ya como Fiesta de toros, o Corralejas propiamente dichas, estas se inician el 3 de octubre de 1845 en honor del patrono de Sincelejo, San Francisco de Asís. Con el transcurso del tiempo aparte de los “manteros” o toreros, se incorporan al espectáculo garrocheros, a caballo, banderilleros y las bandas musicales, siendo el porro el ritmo más socorrido durante la celebración y el fandango, que combina su carácter de aire musical con la condición de convocatoria popular a bailar una vez terminada la corraleja.
Al principio de esta misiva hice énfasis sobre el hecho que la forma tradicional de celebrar las corralejas es con toros bravos, vale decir que acometen, que bien pueden ser criollos o cebú, pero no deben ser de “casta”. ¿Y por qué no? Pues porque es bien sabido que el comportamiento de una res que no tenga sangre proveniente de una de las siete castas fundacionales de donde procede el ganado de lidia se demora mucho más en realizar, en aprender que el hombre la engaña y por ello puede ser toreada con menos riesgos, resultando menos factible que ataque al cuerpo, mientras que el animal de pura casta “desarrolla sentido” muy rápidamente y empieza a tornarse peligroso muy pronto, queriendo coger a cada paso; esta condición, inherente a la casta, ha sido la razón por la cual a través del tiempo se había mantenido a los toros de esta estirpe alejados de las corralejas. De hecho en épocas en que la Asociación de Criadores de Toros de Lidia era una entidad fuerte que agrupaba a todas las ganaderías que criaban toros en el país, estaba terminantemente prohibido vender sus productos para corraleja por el grave peligro que para la vida de manteros, garrocheros y banderilleros representa su lidia en ese tipo de escenarios y más comprometedor aún es el riesgo cuando se envían para ser toreados por más de una vez, como es costumbre.
Entre los ganaderos de bravo tradicionales vender toros para corraleja se considera como un acto de gran irresponsabilidad por el gravísimo peligro que esto encierra. Infortunadamente, según se ha conocido en noticias y redes parece que la amenaza en que se pone la vida de los actuantes en las corralejas poco importa a algunos criadores de bravo que últimamente han enviado sus productos para ser toreados, no sé si más de una vez, a estas fiestas costeñas.
Cada cual en su sitio. Los matadores de toros son profesionales preparados para enfrentar los riesgos que torear conlleva. Los manteros, garrocheros y “banderilleros” son en su mayoría aficionados que ingresan al ruedo generalmente bien “entonados” y que no tienen ni los reflejos, ni los conocimientos, ni la técnica y menos la preparación para enfrentar una res de casta. Las autoridades costeñas, si quieren evitar innecesarios accidentes en sus festejos deberían prohibir que se lidien toros de pura casta en sus “Fiestas de Corraleja”. Y las asociaciones de criadores de bravo deberían sancionar ejemplarmente a quienes incumplan una norma que ha existido durante muchos años. Recibe un abrazo de tu amigo. El Fraile.
Añadido: La capacidad dialéctica superficial e imprecisa de los funcionarios púbicos de todos los niveles supera ampliamente su capacidad de ejecutoria.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015