¿A dónde van los recuerdos y el alma? Quisiera entender a dónde dejan la vida y el pasado y a dónde guardan los libros y las fotos aquellos que son minimalistas. Tal vez nunca heredaron el cuadro de la mamá o el Cristo del papá ni la carpeta de la abuelita. Nada que les pueda robar un espacio a su vacío.
Que menos es más, dicen. Y así para todo. Diseño, arquitectura, decoración. Todo reducido a la mínima expresión. El minimalismo está de moda en Japón y ha vuelto famosos a varios extremistas que lo han hecho su estilo de vida. Solteros, sin hijos, no gastan ni el amor. Viven reducidos al vacío de la nada. Tres camisas y cuatro pantalones, una olla, una taza de té. Un colchón en el piso, una toalla y una cobija. Así viven los seguidores del movimiento estético más austero de la historia, como Fumio Sasaki en Tokio, un editor de 36 años, que no es pobre, pero se cansó de poseer cosas. Eso dice. El caso es que el hombre impulsa esta tendencia mundial en la que por fin la pobreza está de moda.
Se podría pensar que la inspiración de estos minimalistas japoneses viene de Estados Unidos, pues a principios de los 90’s se instala allá este estilo que había surgido en Nueva York a finales de los 60’s. Otros creen que no viene de la influencia extranjera sino que es una consecuencia natural del budismo zen y su visión del mundo reducido al mínimo. Y me parece lógico. Cómo no van a ser minimalistas si en Japón ya no caben, viven en apartamentos de 10 M2 y hasta en sus mentes no hay espacio para los recuerdos. Y además está el problema de los terremotos: en 2011, uno de gigantes magnitudes y un tsunami mataron a casi 20 mil personas. Explica Sasaki que del 30% al 50% de las lesiones que se producen durante los terremotos son debidas a la caída de objetos. Pero aquí -señala su apartamento- no existe tal preocupación.
Entonces que no se las vengan a dar porque duermen en un colchón en el piso, que el problema no es de austeridad sino de miedo. Que no nos insistan más con que para ser feliz hay que salir de los objetos que uno quiere. Que tener espacio físico y mental es mejor que tener cosas. A mí personalmente me cuesta mucho trabajo imaginarme sin mis cositas. Soy muchimalista, maximalista y barroca. No me interesa la nada. Soy ecléctica. Me encantan los objetos, las formas, la creatividad sin prejuicios. Tengo el espíritu de Dolce & Gabbana y Donatella Versace y me identifico más con su frase “nunca es demasiado” que con “menos es más”, porque pienso que más es más, y de eso no hay duda matemática.
Y así para todo. El amor, la felicidad, las compras, el arte, la música. Entre más, mejor. Aunque me pasa algo raro cuando desocupo un espacio, y es que lo veo libre, independiente, ligero; me gusta. Pero a pesar de esa sensación, me provoca llenarlo de nuevo. Ocuparlo de mí, con mis gustos, mis memorias, mi vida. Así tiemble el mundo y mis objetos se me caigan en la cabeza, que también está llena de cosas, perdidas, encontradas, amadas, odiadas, todas me sirven, hasta los malos recuerdos, de los que tampoco quiero salir porque sin ellos no sería quien soy, que no soy nada, pero voy llena de todo. Mis sentidos y emociones exageran y dan todo por el todo. A mí el minimalismo que me lo envuelvan, en una caja preciosa de muchos colores y brillantes con corazones y mariposas.
Por eso a mi amiga María Isabel, que admira a Fumio Sasaki, que no tiene apegos como él, ni caja de recuerdos ni guardó jamás el pétalo de una rosa en un libro de poemas, a ella que odia las compras y prefiere hacer yoga, meditar, poner la mente en blanco, y de quien su mamá dice que no tiene pasado, le aconsejo que exagere en todo menos en la nada. Porque nada es peor que la nada en este mundo, y en el otro también.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015