No es cierto que el ciudadano nazca bueno y que la campaña lo corrompa. No. Cada que llegan las campañas, la corrupción hace tiempo es una realidad, los tramposos hace tiempo somos multitud y los partidos, con sus líderes y sus seguidores, hace tiempo son una revuelta. Sin embargo, las campañas sí son el tiempo preciso para salir a naturalizar la trampa y a justificar al tramposo.
Estamos en campaña por Carlos Mario Marín, candidato en Manizales por la Alianza Verde, que se coló en un desfile público, montado en su bicicleta; repartió saludos y guiños, sin importarle que ese espacio lo habíamos pagado todos, para otra cosa, con recursos públicos. Ya antes había hecho publicidad no permitida para la encuesta que definía su candidatura; un sondeo que además se dio a conocer con datos a medias, sin ficha técnica, sin decir cómo la habían financiado.
Estamos en campaña por Jorge Hernán Mesa, candidato en Manizales por el partido Liberal, el Centro Democrático y otros. De su sede se ven salir y entrar seguidores con anchetas de colores, ¿por qué? Parte de su publicidad terminó en carros-valla que no circulan y que bajo la vista gorda de la Secretaría de Tránsito se han estacionado en lugares estratégicos haciendo la función de vallas no permitidas o de pendones prohibidos.
Estamos en campaña por Luis Carlos Velásquez, candidato a la Gobernación por un movimiento, apoyado por todo el lizcanismo del Partido de la U y por otros. Sus seguidores dejan volantes dentro de las instalaciones de la Gobernación, como lo supimos por La Patria, e incluso dicen haber visto al candidato repartiéndolos en las oficinas públicas. A su jefe de prensa lo tuvimos de contratista y presentador en la rendición de cuentas departamental. Además, su campaña saca ventaja de la imagen del Gobernador y de sus obras, como si la popularidad del uno y los resultados de las otras no fueran fruto de funciones y recursos públicos que no deben ser parte de la campaña.
Estamos en campaña por Camilo Gaviria Gutiérrez, candidato a la Gobernación del Centro Democrático, del partido Liberal y de otros. Por El Matutino de UMFM, supimos que algunos de sus seguidores instruyen testigos electorales para que al cierre del día de elecciones le pregunten a la gente por quién van a votar, que es ilegal; que si confirman que es por Camilo, les lleven rápido sus cédulas hasta la mesa de votación, que también es ilegal. Además hemos visto a los senadores Mario Castaño y a Carlos Felipe Mejía buscándole votos en los pueblos con el crédito de obras públicas hechas o en desarrollo, las cuales pueden ser parte de sus buenos oficios, pero son fruto de recursos públicos que no hacen parte del juego electoral.
Estamos en campaña, de un lado, con un Gobernador que parece no cuidar sus palabras ni sus formas en este final de campaña, así termina investigado por participar en política. Del otro lado, como lo contó La Patria, con un Alcalde de Manizales que inaugura e inaugura obras, a pesar de la prohibición que tiene, y sabiendo que tiene en el candidato Mesa, del mismo partido, su sucesor de “las oportunidades”.
Estamos en campaña por el candidato liberal a la alcaldía de La Merced, acusado por exparamilitares por su supuesta participación en el homicidio de dos mineros. Como lo oímos e El Matutino de UMFM, estamos en campaña por Andrés Felipe Aristizábal Parra, candidato en Villamaría, quien se encuentra imputado por la Fiscalía por un contrato de 2008 sin el cumplimiento de requisitos legales.
Estamos en campaña con unas entidades de control electoral que dejan pasar. Que producen más titulares que sanciones. Todas en su parálisis, sin ánimo de investigar, de agilizar, de castigar.
Estamos en campaña, todos, los que justificamos porque toca, porque el otro también lo hace, porque nadie nos pilla ni nos persigue, porque nos dan, porque es del partido A, porque es amigo de B, porque ya no hay nada para hacer.
Estamos en campaña en medio de más de 70 quejas ciudadanas por delitos electorales, según el portal Pilas con el Voto, de la Misión de Observación Electoral. Más de 30 por participación en política de funcionarios públicos, más de 15 por compra o amenaza del voto libre.
Es lo que dijo el documentalista Michael Moore, después de ver la película ‘Guasón’: “Sí, hay un payaso perturbado en ese espejo, pero no está solo, nosotros también estamos ahí”.
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