Ser productivo no tiene por qué verse como algo inalcanzable que solo algunos seres dotados de habilidades extraordinarias logran. Tener efectividad en nuestra ejecución es algo más como una forma de vivir en equilibrio, en el cual logras desempeñarte de la manera correcta en cada escenario, enfocándote cuando hay que producir, y desconectándote al momento de descansar, para lograrlo es fundamental lograr alinear tu estado de ánimo con los retos que deseas alcanzar.
Te ha pasado que te levantas radiante de energía después de una buena noche de sueño y ese día todo fluye, avanzas más rápido en tus tareas, ¿resuelves problemas que en otro momento no les ves solución, como si fueran un juego de niños, y conectas mejor con las personas? Ese es el secreto de los más productivos, lograr sintonizar su mentalidad en modo activo positivo para ver alternativas, retos y oportunidades en lugar de barreras, problemas y limitantes. Seguramente estás pensando algo así como, Blanca Mery, eso suena muy bien, ¿pero en la vida real como lo llevo a la práctica?, entonces te invito a que apliques las siguientes acciones para que veas por ti mismo cómo funciona.
- Abandona las quejas: cada vez que te quejas por las actividades que tienes que hacer, estás incrementado tus hormonas del estrés y con esto generando tensión muscular, dispersión mental y ansiedad, el coctel antiproductivo por naturaleza. La alternativa es, cuando encuentres una dificultad revisa las oportunidades que esta encierra y mantenlas a la vista.
- Gánate ese descanso: muchas personas están autointerrumpiendo su labor por parar a tomar un café, ver redes sociales o saltar de una tarea a la siguiente sin haber obtenido un resultado. Define cuánto tiempo vas a trabajar de manera enfocada antes de disfrutar de tu pausa sin culpas ni remordimientos, y cada que quieras parar recuerda que aún no terminas este ciclo de trabajo y que apenas lo finalices vas a descansar.
- Da un micropaso: no esperes cambiar malos hábitos en dos días, pero sí puedes tomar el control de tus resultados haciendo micropasos, como silenciar las notificaciones, trabajar enfocado por treinta minutos o cerrar las pestañas que no necesitas. Una pequeña acción sostenida en el tiempo puede ser un cambio significativo en tu vida y tus resultados.
- Muévete para enfocarte: si llevas cinco minutos leyendo la misma información y no logras concentrarte, párate da una vuelta y tómate un vaso de agua fría. Esta simple acción te permite despejarte y volver a centrar tu energía mental en la tarea que está enfrente.
- Emociónate: visualiza tus metas alcanzadas, coloca esa banda sonora que te llena de felicidad o escucha ese podcast lleno de buena vibra (te recomiendo el mío Mente Sana tips) con esto logras activar una espiral ascendente de emociones que te ayudan a saber que se pueden hacer la cosas bien y sintonizar con las posibilidades.
Ser productivo es un estado emocional y mental en el que te sientes ganador y eso te lleva a que logres tus metas, practica cada una de las técnicas y verás como obtienes mejores resultados.