Decía el gran Gabo “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda para contarla”, por eso hoy quiero compartirles cinco formas científicamente comprobadas de mejorar en diferentes áreas, para que vivan la mejor vida posible.
Leer (o escuchar) un contenido de valor al día
Una manera fácil de mejorar tu vida está en disfrutar de un buen libro, un podcast interesante o ver un documental de un tema que te apasione, cuidar los contenidos que consumimos es muy importante ya que te convertirás en lo que te rodee.
Las palabras que escuchamos frecuentemente afectan la respuesta neuronal, de allí que escuchar contenidos positivos y enriquecedores estimulan la actividad del lóbulo frontal. Esta área incluye centros de lenguaje específicos que se conectan directamente con la corteza motora responsable de ponerte en acción. Y como han demostrado diversas investigaciones, cuanto más tiempo te concentras en las palabras positivas, más empiezas a mejorar el funcionamiento de otras áreas del cerebro.
Haz una pausa
Tomate una pausa de tu día para detener lo que estás haciendo y recuperar la energía, puedes elegir hacer una siesta, respirar o salir a caminar por unos cortos minutos estos microbreaks impactan positivamente en tu estado de ánimo, concentración y energía.
Hacer una pausa para conectarte contigo mismo a través de tus sentidos, de tu respiración o de tu cuerpo modifica tu estrés, mejora tu sueño y te hace más productivo.
Bebe agua al comenzar tu jornada
Nuestro cerebro está compuesto por más del 70 % de agua y durante la noche se deshidrata. Beber dos vasos de agua apenas despertamos nos ayuda a mantener una actividad cerebral óptima. Cuando no está adecuadamente hidratado, tu cerebro funciona con menos combustible y puede sentirse agotado o incluso experimentar fatiga o cambios de humor.
También puede conducir a reducciones significativas en la memoria y el rendimiento cerebral, así que comienza tu día hidratándote y mantén a la mano un vaso de agua.
Comparte con personas vitamina
Como seres humanos, soñamos, aprendemos, crecemos y trabajamos como parte de un grupo La investigación ha demostrado que, al interactuar con otros, en realidad entrenamos nuestro cerebro. La motivación social y el contacto social pueden ayudarnos a mejorar la formación y recuperación de la memoria y protegen el cerebro de enfermedades neurodegenerativas
El profesor Matthew Lieberman, de la Universidad de California, Los Ángeles, se especializa en la mecánica de lo que él llama nuestro “cerebro social”, que es la actividad neuronal relacionada con la interacción social y los beneficios cerebrales que brinda.
Así que separa un espacio para compartir con otras personas.
Prioriza tu sueño
En un mundo competitivo nos es difícil darle el valor que tiene el descanso. Entender que para poder pensar de manera creativa y estratégica es indispensable una buena noche de sueño puede ser un punto de partida.
Para lograr levantarnos motivados, con energía y entusiasmo, es necesario tener un mínimo de siete horas ininterrumpidas de descanso y nuestro cuerpo nos recompensa con mejor estado de ánimo, regulación de la presión arterial, mayor capacidad de concentración y memoria entre muchos otros beneficios.
Tú puedes transformar la vida que tienes y mejorarla realizando pequeños ajustes.