El antiguo Caldas está siendo conocido desde hace unos años a nivel nacional como “el Eje Cafetero”, del cual los pereiranos “fanfarronamente” se están proclamando como la capital de esta región. Aparentemente esto hace parte de la rivalidad histórica que hemos tenido y que afortunadamente cada vez se nota con menos intensidad.
Esta región del país se está posicionando muy fuerte a nivel nacional. Inicialmente por su fortaleza turística y en los últimos años debido a que está siendo elegida por los bogotanos, medellinenses y caleños para vivir, debido a los grandes problemas de movilidad que están teniendo en sus ciudades y porque están perdiendo calidad de vida.
Afortunadamente, con el paso del tiempo las rivalidades regionales han pasado a un segundo plano. Un factor detonador de la integración de las tres capitales, fue sin lugar a dudas la construcción de la Autopista del Café. Con todas las críticas que tuvo en su momento y con las obras que están haciendo falta, esta vía sirvió para que los desplazamientos fueran más cortos y más cómodos; es decir, unió a las tres ciudades.
Un estudio de la Contraloría nacional determinó que los contratistas de la Autopista de Café ya habían obtenido la plata que esperaban tener de ella y motivó al gobierno nacional para que convocara a un tribunal de arbitramento para que dé por terminada la concesión. Se especula que a la fecha los concesionarios le deben a la nación más de $300 mil millones de pesos. 
Ante la convocatoria al tribunal de arbitramento, los dirigentes públicos y privados de los tres departamentos han estado muy expectantes del resultado. Hay obras que se están requiriendo urgentemente. En el Quindío se está necesitando la construcción de la doble calzada en la vía que va desde Armenia hasta la Unión en el Valle del Cauca, vía que se conoce como El Alambrado y en Risaralda, es urgente la construcción de la doble calzada entre la Romelia-El Pollo -que es la variante a Pereira-. 
Una obra que ha sido muy controversial para el país es la del túnel de La línea, que el presidente Santos espera inaugurar antes de terminar su mandato. No hay ninguna duda que para cuando el túnel esté listo, no será la solución que los colombianos están esperando. Es tan alto el flujo vehicular actual en esta vía, que cuando se dé al servicio el túnel, el trayecto entre Calarcá y Cajamarca va a estar totalmente colapsado.
Los manizaleños estamos necesitando urgentemente una buena vía que nos comunique con Mariquita. Si bien sobre esta vía se han adelantado muchos trabajos, es mucho lo que falta. Se habla de construir variantes en Padua y en Fresno y de mejorar las especificaciones en el acceso a Mariquita. Eso puede contribuir a mejorar las condiciones de la vía y permitir que el viaje no sea tan pesado.
Con la congestión que se está dando en el paso por La Línea, es muy importante que el país tenga una vía alterna de buenas especificaciones que comunique al oriente con el Océano Pacífico y ésta sin lugar a dudas es la de Letras. 
Para mejorar las especificaciones de esta vía en caso en que se logre un fallo favorable en el tribunal de arbitramento, con los recursos de los peajes que hoy hacen parte de la Autopista del Café, se puede lograr atender la construcción de las vías del Quindío y Risaralda comentadas anteriormente y servirán para apalancar el mejoramiento de la vía Manizales-Mariquita, obra que sin lugar a dudas beneficiará a todo el Eje Cafetero y que servirá para llegar más fácil y cómodamente a la denominada Ruta del Sol, que es la principal arteria vial del país.
El gobierno nacional puede considerar la posibilidad de que el paso vial de la cordillera central se haga por dos rutas conformando un par vial, un ramal que sea el de La Línea, con su túnel, y que sea utilizado especialmente para que por allí se desplacen los camiones y el otro ramal que sea el de Letras, por donde transiten preferiblemente los vehículos particulares.