La semana pasada el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Caldas –que entre otras se ha destacado en el país por su buen desempeño- emitió un fallo con respecto al proyecto urbanístico Tierra Viva, que para mí es totalmente desconcertante. Este proyecto ha sido altamente cuestionado por ambientalistas de la ciudad, e inclusive el alcalde, Carlos Mario Marín, montó su campaña electoral criticando y atacando el proyecto.
Tierra Viva está localizado en el sector de la Aurora y cumplió con todos los requisitos legales para que como área de expansión pudiera ser desarrollado como una urbanización y fue debidamente aprobado por la Segunda Curaduría Urbana de la ciudad. La discusión es ambiental. Los críticos manifiestan que con la urbanización se pone en peligro la reserva forestal de la cuenca de Río Blanco y puede afectar el suministro de agua de la ciudad.
Hay que aclarar que el sitio de la urbanización no es un bosque. Desde hace muchos años el terreno es un potrero, y el proyecto aprobado tiene contemplada una área de amortiguación y protección de la reserva ambiental de Río Blanco. Entre otras, si un proyecto urbanístico en nuestra ciudad es verdaderamente amigable con el medio ambiente, es este.
Para la aprobación de las licencias urbanísticas y de construcción, dicha curaduría tuvo en cuenta los conceptos de Corpocaldas (autoridad ambiental) y de Aguas de Manizales; sin embargo, el contencioso en su fallo desconoció todo este proceso y determinó que las universidades Nacional y de Caldas deben ser contratadas por los constructores para que revisen el proyecto y actualicen los estudios técnicos y ambientales y finalmente den su viabilidad. En caso de no ser favorable el estudio, los constructores deben demoler lo que han construido y restituir el terreno a su estado original.
Con el fallo, el Tribunal desconoció por completo el trámite que se hizo ante la curaduría, el concepto de Aguas de Manizales y la posición de Corpocaldas como autoridad ambiental, inclusive ni la nombra para que haga parte del comité de verificación de seguimiento de la sentencia.
La controversia con respecto al proyecto Tierra Viva lamentablemente se volvió un tema político, como muchos de los procesos jurídicos que se dan en nuestro país. Por lo pronto, todo apunta a que el fallo del contencioso no se va a cumplir debido a que, según ha manifestado la constructora, piensa apelarlo ante el Consejo de Estado. Con la lentitud de nuestro sistema de justicia, la posibilidad de continuar con la construcción del proyecto se va a demorar unos años más.
Entre otras cosas, un comentario que nada tiene que ver con el proceso de Tierra Viva. El Gobierno Santos anunció que iba a reformar la justicia y finalmente no salió con nada, y Duque que también ha mostrado interés en reformarla, parece que tampoco lo va a lograr. Para la muestra, ha tenido durante su mandato tres ministros en el Ministerio de Justicia, que es el encargado del trámite de esta reforma ante el Congreso. Reforma que debe corregir los vicios y malos comportamientos en las altas cortes, debe terminar con las largas demoras en los fallos y con la congestión que se tiene en todos los despachos judiciales. Además, debe solucionar las grandes dificultades que se tienen en las cárceles.
Lamentablemente el nivel de contagios del virus en el país está volviendo a subir y en Caldas y Manizales está subiendo aceleradamente. Estamos muy cerca de llegar al pico y lo más complicado, los hospitales y clínicas están llegando a su nivel máximo de ocupación.
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