El último aspecto geográfico de España que quiero reseñar es el desierto de Almería, mejor llamado desierto de Tabernas. Cuando yo estudiaba en España este desierto estaba en la cima de la publicidad en los medios por la cantidad de películas que en él se rodaban, motivo por el cual fui a visitarlo. Conocí las locaciones para películas de vaqueros llamadas "spaghetti western”. Hoy los “sets” están abandonados y sé que muchos turistas van a mirarlos y a reconocer las grandes películas que allí se hicieron. La ciudad de Almería, por otra parte, tiene una colonia muy numerosa de colombianos.

Más de 300 películas se rodaron en este desierto y la mayoría fueron de vaqueros, incluso uno de los episodios de Juego de Tronos se escenificó aquí. En su momento de máximo esplendor en la década de los 60 y 70 se habló del Hollywood español y europeo. A mis lectores les digo que los datos que siguen sobre los filmes de Almería los he tomado de Internet, donde los pueden ver y más completos, pues no quiero reproducir todo lo que se puede leer en el computador. La famosa “Trilogía del dólar” con Clint Eastwood fue rodada aquí. Las tres famosísimas películas fueron: Por un puñado de dólares, El bueno, el malo y el feo y La muerte tenía un precio. También aquí se rodó “Hasta que llegó su hora” con Henry Fonda, Claudia Cardinale y Charles Bronson.

Películas de otros géneros, incluso superproducciones, fueron: Exodus, Lawrence de Arabia, Cleopatra, Patton, Conan el Bárbaro, Indiana Jones y la Última Cruzada. Invito a los lectores a que se tomen el tiempo de buscar “Desierto de Tabernas” en Internet y leer la lista de 27 grandes directores de cine y artistas, todos los grandes del séptimo arte que estuvieron filmando aquí. Se puede decir que las grandes luminarias de cine de la segunda mitad del siglo pasado se asomaron por aquí. Algunos todavía viven como el mítico Clint Eastwood con su película “Mula”. Vale la pena visitar este desierto de Almería o de Tabernas para ver los sets abandonados, los cementerios del oeste, los pueblos de las películas y en ellas el ”saloon” de las bailarinas, la cárcel, la iglesia, el juzgado y por supuesto la ancha calle donde se llevaban a cabo los retos de los vaqueros, el “quick draw”.

Bien, pero España no es solo belleza geográfica. A mí me impactaron mucho ciertas fiestas, profanas y religiosas, algunas de centenaria tradición, que se celebran en España. Creo que ya lo dije al hablar del “Tributo de las tres vacas”. Son fiestas en las que el núcleo, el motivo principal no son la rumba y el trago sino la celebración de un hecho importante. A casi todas las que aquí me dispongo a reseñar tuve la suerte de asistir y a alguna de ellas dos veces. Atraen, por supuesto, a miles y miles de visitantes, como Las Fallas de Valencia, los Sanfermines y la Semana Santa de Sevilla. También hablaré del Misterio de Obanos, del Tribunal de las Aguas, de las Fiestas de Moros y Cristianos, del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, de la Semana Santa de Málaga.

Comencemos por las Fallas de Valencia, ciudad que tiene además otra celebración importante, el Tribunal de las Aguas. Las Fallas se celebran en honor de San José, patrono de los carpinteros, los había en cantidades a finales del siglo XIX en Valencia y en honor de su patrono comenzaron a celebrarse desde esa época.