Estábamos admirando los detalles de La Columna de la Peste que fue mandada a levantar por Leopoldo I para conmemorar el fin de la peste que en 1693 mató a 100 mil vieneses. La peste está representada por una anciana que baja al infierno. Corona la columna un grupo escultórico en cobre dorado que representa a la Santísima Trinidad. La columna es una joya del más precioso barroquismo. Recuerdo ahora la Chiesa di Gesú en Roma, de los jesuitas. Se dice de ella que no le cabe un adorno más. Algunos la llaman la cumbre del barroco en el mundo.
Estando aquí recuerdo otra columna dedicada también a la Santísima Trinidad y cuyos adornos superan con creces el barroquismo de este grupo escultórico de Viena. Se trata de la columna de la Santísima Trinidad levantada en una plaza de Olomouc, ciudad llamada la Capital Espiritual de la república checa y considerada como una de las más bellas de Europa.
Avanzando en la Graben se encuentra otro monumento, este a nivel del suelo. Se trata de un homenaje a los soldados que lucharon en las dos guerras mundiales. El grupo lo forman un soldado y un caballo. Ambos puestos sobre el piso de la calle y ambos, desmembrados. Tuve dificultades para hacerles fotos pues todos los turistas y transeúntes se colocan en medio del soldado que está sentado en el suelo, para hacerse fotografías. Ambas figuras están hechas en metal. En la Graben hubo dos editoriales relacionadas con la producción musical de Beethoven.
Poco antes de llegar al final de la famosa calle, desviándose 50 metros a la derecha, se encuentra la Petersplatz y en ella la Peterskirche. Dicen que esta fastuosa iglesia fue fundada por Carlomagno en 792 y reformada al estilo barroco hacia 1703. Constituye el ejemplo de arquitectura religiosa barroca más importante en la Innere Stadt o sea en el casco antiguo de Viena.
Llego al final de la Graben, que es muy corta y al entrar en la nueva calle veo al fondo la fastuosa cúpula verde del palacio imperial. Esta calle llamada Kohlmarkt que quiere decir mercado del carbón, porque allí se vendía ese producto en la Edad Media, es hoy una calle de lujosísimos almacenes, restaurantes, joyerías, librerías y en ella se encuentra la famosa pastelería Damel de la que ya hemos hablado. La pastelería exhibe con orgullo en su fachada las tres apetecidas letras: K.u.K. Al final de la calle una placa indica que en ese sitio vivió Joseph Haydn. En la mitad de la calle una placa señala la casa donde murió el poeta Pietro Metastasio el año 1782. Desde luego que tengo fotografiados todos los monumentos y estatuas de los que vengo hablando. Al final de la calle se llega a la Michaelerplatz, plaza semicircular frente al palacio imperial. En la plaza se pueden ver pavimentos y mosaicos romanos, debidamente protegidos del paso de transeúntes y vehículos. A ambos lados de la desembocadura de la Kohlmart en la plaza de Miguel, hay dos edificios, uno a cada lado, de notable importancia. A la izquierda la Michaelerkirche, iglesia dedicada al arcángel San Miguel, que fue durante un tiempo la iglesia parroquial de la corte y cuyo interior está adornado con pinturas de célebres artistas de la ciudad y posee el órgano barroco más grande de Viena. A la derecha y haciendo un tremendo contraste se encuentra la Loos Haus. Este arquitecto del que ya hablamos odiaba los adornos y fue el padre del Nuevo Objetivismo. (Continuará).
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