Uno de los dos acontecimientos más importantes relacionados con el franquismo y que me tocó vivir en España fue el asesinato del almirante Carrero Blanco, el otro fue la condena a muerte de Salvador Puic Antich. El Generalísimo tenía como su brazo derecho al almirante Carrero Blanco y sería su sucesor. La ETA, el grupo terrorista vasco
lo asesinó el 20 de diciembre de 1973 en Madrid. El crimen tuvo tremenda repercusión no solo en España sino en todo el mundo. El almirante acudía a misa como todos los días a la iglesia de San Francisco de Borja, antes de entrar a su despacho. Una poderosa carga explosiva estalló al paso del vehículo. El hecho ocurrió en la calle Claudio Coello, número 104 del exclusivo Barrio Salamanca, a las 9:27 de la mañana. El carro quedó en el sexto piso de un edificio, mitad en la terraza y mitad en el vacío de modo que se veía desde lejos. Fue un problema darle la noticia a Franco habida cuenta de su estado de salud.
El encargado fue su médico personal que procedió como se estila en casos similares: primero le dijo que hubo un atentado y que el almirante salió herido y más tarde le dijo que había fallecido. La respuesta del Generalísimo fue escueta: “Esas cosas ocurren”.
La verdad es que la noticia afectó mucho la debilitada salud del Caudillo. Los enemigos de Franco aprovecharon la ocasión para hacer chistes sobre el atentado. En Colombia al dar una dirección decimos: Calle 45 número 23-35. En España, donde las calles tienen
nombres, dicen calle Claudio Coello a la altura del número 104 y aprovecharon para hacer memes con lo de “altura”, porque el vehículo del almirante quedó arriba, a la altura del sexto piso del edificio, mostrando la mitad de la carrocería. “Operación Ogro” fue el nombre que los terroristas de la ETA dieron al atentado y a la postre aprovecharon un armisticio para quedar libres.
El otro gran acontecimiento que viví fue la condena a muerte de Salvador Puig Antich. El nombre se pronuncia Puch Antich. Fue un terrorista que asesinó a un miembro de la policía y Franco lo condenó a muerte. Fue ejecutado en Barcelona el 2 de marzo de 1974 bajo la modalidad de garrote vil, que es una muerte rápida pero muy dolorosa. Europa   entera, -alguna excepción habría, no lo recuerdo bien, - repudió la condena e inmediatamente retiraron todos los embajadores de Madrid. España quedó totalmente aislada y se cerraron todas sus fronteras. No puedo olvidar este episodio pues me cogió fuera de España. Yo estaba subiendo montañas en los Alpes Julianos de la entonces Yugoslavia, hoy Eslovenia. Se trata de un macizo montañoso muy hermoso con innumerables cumbres rematadas en el Triglav, su más alta cima. Bellísima montaña. Estos Alpes de Europa oriental llevan el nombre de Julianos en honor de Julio César que llevó hasta allá las huestes romanas. Y mi preocupación era muy grande pues yo debía regresar por esos días a la universidad donde los estudiantes del doctorado teníamos un seminario con un profesor invitado.  El seminario se retrasó y pude regresar a tiempo.
Fue tal la indignación contra Franco que el famoso, recordado y años después asesinado primer ministro de Suecia, Olof Palme, salió a las calles de Estocolmo, bandeja en mano, solicitando dinero para derrocar el régimen del Generalísimo, cosa que enfureció tremendamente a los franquistas y alegró a los enemigos. Realmente la acción de Olof Palme fue un hecho totalmente inédito en la historia política europea y mundial.