El Burj Khalifa, en Dubai, y sus 828 metros de altura. El puente Oresund, que une a Suecia con Dinamarca. Los 21 mil 196 kilómetros de la Gran Muralla China. El zigurat de Kashan, en Irán, erigido hace 5 mil años. La ciudadela de Machu Picchu, construida por los incas antes del siglo XV, a 2.430 metros sobre el nivel del mar en los Andes peruanos. El acueducto romano que surtió de agua a poblaciones en Europa, Asia Menor y el norte de África… Las obras de infraestructura e ingeniería civil son referentes del desarrollo de una comunidad y los alcances de una civilización.
Estas maravillas - o lo que queda de ellas - nos sorprenden porque evidencian la capacidad que tenemos los humanos de superarnos. De afrontar retos y ser recursivos. Pienso en esto mientras subo por el puente recién habilitado de la avenida Kevin Ángel, que hace parte del intercambiador vial de La Carola. Una estructura estrecha, de gran inclinación, que por ahora no soluciona el tráfico del sector y que desemboca en lo que aparenta ser un cuello de botella. O sea, en la constante de las “soluciones viales” de los últimos años en Manizales.
Avanzo un poco más por esa avenida y antes de llegar a la Universidad Autónoma, a la altura de Castilla está esa intervención vial chueca y contrahecha. Una que empeora con cada “mejora” que le hacen. Pasó de ser un cruce simple a una cosa desnivelada, con resaltos y pares, con una especie de rotonda sin señalización en la que los buses paran en plena curva porque allí pusieron un paradero. Todo ante la mirada de una lechuza en fibra de vidrio del artista Jorge Vélez Correa, que parece aterrada porque la van a atropellar o por la burrada construida.
Una especie de glorieta que, según el informe de empalme que el alcalde Carlos Mario Marín presentó esta semana, era innecesaria. Los angloparlantes tienen un dicho: “measure twice, cut once” (mida dos veces, corte una vez). O sea, revise antes de pasar a la acción para evitar gasto de material, tiempo y dinero. Aquí ni midieron, ni cortaron y, si lo hicieron, usaron un serrucho.
Y la lista continúa… El intercambiador vial en San Marcel donde olvidaron nivelar la capa asfáltica. La enrevesada circulación vehicular en el barrio Belén. Las luces de colores en los túneles que costaron $1.040 millones. La intervención de calles en el barrio Liborio, donde todos los días cambian de sentido y donde los mecánicos y talleres del sector agradecen porque les ampliaron los andenes; ahora caben más carros sobre el espacio público.
Obras que deberían hacernos la vida más sencilla y sentir orgullo por lo bien invertidos nuestros impuestos, pero que nos dan vergüenza. Trabajos que se levantaron con estudios desactualizados hasta en diez años. Llenos de sobrecostos y que, de acuerdo al informe del alcalde Marín, contribuyen a que Manizales hoy tenga más tráfico, más contaminación, más tiempo de desplazamiento y menos usuarios de transporte público.
Proyectos que son caprichos de un gobernante (aunque el exalcalde Octavio Cardona se lava las manos y les echa la culpa a sus secretarios, a la Procuraduría y curadurías) y tienen el hedor de favorecimiento en los contratos. ¿Dónde están los ingenieros de tránsito? Olvidados.
Ninguna de las anteriormente mencionadas servirá de ejemplo del desarrollo y evolución de nuestra ciudad, como las obras mencionadas al inicio de este texto. Todo lo contrario, nos recordarán la falta de visión del mandatario de turno, su derroche y afán de hacer cosas por hacerlas.
Deberíamos ver más la estructura de la torre de Herveo. Palitos de madera que, en su momento, hicieron parte del cable aéreo más extenso del mundo, hoy transformados en lugar turístico. Símbolo del capricho de unos gobernantes que, por ayudarles a sus amigos camioneros, la acabaron para poner a circular por nuestras poco desarrolladas carreteras unas máquinas lentas, pesadas y contaminantes. Y ahí vamos, porque lo que se hereda no se hurta.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015