Quería escribir sobre algo ameno como el cumpleaños de Manizales, o de algo preocupante, como los jóvenes que practican gravity y las bicicletas incautadas a ellos, pero una reciente situación que me toca me tiene ofendido. Indignado. Rabioso. Por ello ofrezco disculpas a los lectores que esperaban un tema menos personal.
Resulta que me llegó una carta de Datacrédito Experian, en donde me dicen que tengo una obligación de pago con la Gobernación de Caldas por $846.000 de cobro de impuestos de un vehículo que, ríase, no es mío.
Hace un par de años usé este mismo espacio para denunciar que la Gobernación me había mandado una carta cobrándome impuestos por el vehículo Renault 6 de placas HAG033, carro que fue mío entre 1997 y el 2000. Carro que se vendió a unos parientes en Bogotá y que éstos, luego, vendieron a un tercero desconocido para mí. Carro del que se firmaron los papeles de traspaso en dos ocasiones, siendo la última en enero de 2008. Carro que, curiosamente, desde la implementación del Registro Único Nacional de Tránsito - RUNT, en 2009, al parecer volvió a quedar anotado con mi cédula. Carro del que hace tres años hice una declaración notariada en la que digo que no me pertenece y que quedaba en traspaso a persona indefinida, papel que quedó en manos de un funcionario de la Gobernación, que de mala gana recibió, y que al parecer echó a la basura.
Tras la publicación de ese texto, hubo un par de personas que me hicieron saber que pasaban por situaciones similares. También hablé con una funcionaria de la secretaría de Tránsito cuya ayuda fue poca; dijo que lo mejor era que pagara y que buscara un abogado para solucionar el lío (lo que, seguramente, me hubiera salido más caro). Y hubo un colega que me dijo que había pasado por lo mismo con una moto que vendió. Me contó cómo también le llegaron las cartas, cómo no le hicieron caso en la Gobernación y de cómo tuvo que pedirle ayuda a unos amigos que tiene en la Policía para que - usando recursos públicos - ubicaran al sujeto y lo hicieran pagar… en el buen sentido de la palabra.
Y aquí estoy, reportado en Datacrédito por una Gobernación que me ve como un evasor de impuestos. Como si fuera Luz Mary Guerrero, la gerente de Efecty, a quien investigan porque al parecer ocultó 8 millones de dólares a través de empresas falsas registradas en Panamá. Pero esto no es por una empresa de giros y envíos, es por un carro modelo 1977 que seguramente parquean los fines de semana a la orilla de una carretera con la puerta de la bodega abierta para vender merengones.
Investigué un poco en el RUNT, cosa que no han hecho los chepitos de la Gobernación, y encuentro que ese Renault 6 tuvo el SOAT vigente hasta el 2012 (número de póliza 130983393645) expedido en Bogotá por QBE Seguros S.A. Que la revisión técnico mecánica y de gases se la hicieron en CDA Carpits S.A., en Soacha, en 2011; y que ese mismo año tuvo una solicitud de revisión técnico mecánica (número 14801211) la cual se hizo en el Centro de diagnóstico automotor Autorrolling San José, que queda en San José del Guaviare, tierra que jamás he pisado.
Ahí hay datos para que crucen información y averigüen quién tiene el HAG033 y lo hagan pagar… de la mejor manera. Tienen al RUNT y a la Sijín, si es del caso. Y así como han podido localizarme en el trabajo y en el par de casas que he habitado, también pueden poner a funcionar ese rastreo con el verdadero propietario de ese carro. Asimismo les envié un correo a la dirección que dan para inquietudes (vehiculos@gobernaciondecaldas.gov.co) y esta es la hora que no responden.
Puedo entender que la Gobernación de Caldas no está bien financieramente. Es que el erario se afecta al tener mandatarios interinos, y a Guido Echeverri destituido en dos ocasiones y restituido en una (situación que solo en las elecciones atípicas le costó al Departamento unos $3 mil 285 millones, según reportó LA PATRIA el 7 de mayo de 2013). Pero yo no tengo abogados que me deban favores, tampoco padrinos políticos que me hagan la palanca. Soy un ciudadano afectado por la ineptitud de algunos funcionarios públicos que alimentan sistemas sin cruzar información. Y desde aquí reitero que no cederé al chantaje y a la extorsión del “pague para que lo saquemos” del que soy víctima. No pagaré por algo que no es mío.
La rabia por esta situación es tal, que hice algo que prometí no hacer: reactivé mi cuenta de Twitter (@Demeuna) para que a través del hashtag #NoPagoCuando compartan en qué momento han querido cobrarles de manera injusta y se negaron a pagar.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015