La seguridad social
Señor director:
Me parece adecuado el momento para dar a conocer mi concepto personal sobre un asunto que es de grande trascendencia para el futuro del país y que seguramente podría ser de suma utilidad para aclarar las relaciones laborales entre patronos y trabajadores, para evitar tantos conflictos que contribuyen a perturbar la paz social y a obstaculizar la buena marcha de las empresas grandes, medianas o pequeñas, especialmente la de estas últimas. Se trata de la obligación legal de afiliar a la seguridad social a cualquier trabajador que vaya a ocuparse, así sea por un lapso mínimo, pues no basta con eso ya que, además, debe contratarse personal autorizado para que ejerza el monitoreo de la actividad de los trabadores y en caso de un accidente o una enfermedad proceda a la investigación de los mismos con miras a la indemnización o indemnizaciones a que haya lugar por parte de los responsables del régimen de riesgos profesionales. Y digo que es el momento adecuado por cuanto estamos ad portas del inicio de una nueva etapa de gobierno interesado en el crecimiento económico del país, en el desarrollo de la empresa y en el aumento de los puestos de trabajo.
Es totalmente cierto que el Estado tiene la obligación de proteger al trabajador y en ese intento hemos progresado bastante.
Pero ocurre que, paradójicamente, mientras se busca ese efecto también se le causa un gran perjuicio al mismo trabajador, si bien es cierto que a éste se le hace imposible costear su propia seguridad y al empresario esa nueva carga laboral, sobre todo en el sector agropecuario, se le convierte en un imposible económico. Piénsese en un ciudadano que necesita ejecutar una faena con tres o cuatro operarios a quienes debe afiliar a seguridad social y a riesgos laborales con monitoreo incluido; si tiene recursos para sufragar el pago de los obreros no tiene con qué pagar la seguridad social tan necesaria para ellos, quedando ante dos opciones: o se arriesga a adelantar la obra incumpliendo las obligaciones legales y poniendo en grave riesgo su patrimonio o se abstiene de adelantarla con perjuicio propio y con menoscabo de la necesaria generación de empleo.
Creo que es hora de que el próximo ejecutivo y los mismos legisladores piensen en una solución que podría ser que el Estado asuma el coste de la seguridad social de los trabajadores, a fin de impulsar la economía y propiciar la disminución del desempleo, así hubiese que acudir a una mínima colaboración de parte de los patrones.
Atentamente,
Manuel Galindo A.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015