La nube del no saber
Señor director:
Alguien le dice: “descríbeme el olor de una rosa”. Y, como yo al escribir y tratar de responder, ud. se queda sin palabras. Habría que decir que el olor de una rosa es indescriptible y siendo una vivencia personal queda por fuera del proceso cognitivo humano que usa para ello el pensamiento y la palabra. Y algo tan sencillo como el olor de una rosa forma parte de “la nube del desconocimiento o del no saber”. Un gran místico escribió “The cloud of unknowing” en la segunda mitad del siglo XIV, poco después de 1390, monje cartujo que vivía en Inglaterra. Dice: “¿ud. quiere conocer a Dios? Sólo hay un medio de conocerlo: por el no conocimiento; tiene que salir de su mente y pensamiento: y podrá percibir con el corazón”. La meditación es una experiencia análoga al olor de una rosa, pues no se requiere ni el pensamiento ni las palabras. Meditar no es pensar; no son palabras en la mente. La meditación exige silencio, exterior (no ruidos, sonidos), e interior (no tener pensamientos distractores.)
Una estrategia es: respira, inhalando el aire por la nariz y exhalándolo por la boca, siendo consciente sólo de la respiración, de tal modo que cuando aparece en la mente un pensamiento, lo descartas para seguir concentrado sólo en su respiración, durante 15 minutos. Sale de tu mundo interior, una gran paz y una fuerte energía espiritual. No hagas preguntas….ten la experiencia y toma conciencia de la misma y así sabrás lo que has encontrado al meditar en verdad. Papá Jaime, en su libro “te amo, pero soy feliz sin ti” agradece a un profesor (San Luis Gonzaga) que lo castigó, enviándolo al bosque solitario lleno de pinos y eucaliptos. “Fue así como encontré mi pino silvestre preferido…el tronco se abría en 2 ramas, formando una especie de cama en el aire. Allí me acomodaba plácidamente a descansar,…Comencé a disfrutar de la fragancia del árbol y a observar y contemplar. Sentía que mi mente se dormía y se aquietaba, sin saber que eso que estaba haciendo se llamaba meditación. Recuerdo un momento muy especial en el que el tiempo se suspendió, sentí una sensación indescriptible en la que yo veía mi cuerpo abajo del árbol y flotaba en el aire. Vi una luz resplandeciente que nunca había visto antes…”
Gonzalo Gallo afirma: “El estrés es también cosa de niños y jóvenes con dificultades para concentrarse… desarrolla la habilidad de estar en relax, prestar atención al momento presente y enfocarse únicamente en el ahora. Es una forma de meditación que sirve para estar calmados, alejar el estrés y liberarse de ansiedades y emociones negativas. Dedica tiempo a relajarte, está alerta, medita y todo estará mejor.” Respira y sólo toma conciencia de la misma respiración.
Alirio De Los Ríos Flórez
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