Crecimiento y dinámica actual de Anserma
Señor director:
Anserma fue fundada en el período de la conquista por españoles que penetraron a la región desde el sur emplazando la naciente aldea sobre un flanco de la cordillera occidental que tiene dos vertientes occidental y oriental. Por el lomo del flanco transcurre de sur a norte sus dos principales ejes viales la carrera 4ª y la 5ª, en dichas carreras convertidas por su disposición y naturaleza en ejes comerciales de intensa actividad, transcurre toda la dinámica económica del municipio.
Hacia el oriente y el occidente desde dichas vías se descuelgan pendientes más suaves al oriente y más fuertes al occidente.
De la disposición original urbanística armoniosa en las alturas de 1 y 2 pisos en su proceso de crecimiento, se han ido destruyendo paulatinamente las edificaciones y con ellos los valores ambientales arquitectónicos y culturales que el paisaje cultural cafetero reconoció como modelo a preservar, conservar y promocionar como patrimonio de la humanidad por la Unesco.
El comercio ha sido la mayor dinámica que ha movido a Anserma y en esa dinámica se han perdido muchos valores que perfectamente hubieran podido convivir con un adecuado manejo de la riqueza ambiental heredada del pasado.
La calle 10 entre carreras 3ª y 4ª es una de las calles que ha sufrido el embate del crecimiento desmedido de la actividad comercial, por las carreras y ahora se expande por algunas calles, dada su suave topografía, dinámica exagerada y desgastante de edificaciones multiusos construidas 30 o 40 años atrás que albergan comercio, vivienda, descargue y parqueo en las vías públicas.
A pesar de dicho desgaste de la calle aludida, conserva 5 inmuebles tradicionales, 3 en buen estado, conservadas con esmero por sus propietarios, en armonía volumétrica y espacial con todo el centro histórico; 2 de dichas viviendas con valores notables en sus fachadas como balcones, puertas y aleros fueron dejadas a su suerte en una especie de abandono consentido por limitación de recursos, desaparición de sus propietarios titulares, simple ignorancia, desinterés o especulación inmobiliaria sobre las ruinas y el terreno.
Una gran superficie contigua, de uso múltiple tiene planes de crecimiento por saturación de sus instalaciones y limitación de parqueos sobre la carrera 4ª, por recientes disposiciones que priorizan el tráfico peatonal sobre el vehícular, sensato por demás y en armonía con la belleza de las edificaciones muchas además que todavía se conservan.
El crecimiento de la gran superficie implica arrasar con los 2 inmuebles contiguos para ampliar su edificio de 4 pisos que unido a la pendiente de la calle resultaría de 6 pisos en un entorno que tiene alturas máximas de 2 y ha sobrevivido a la destrucción y amenazas durante el tiempo.
Bienvenida a la inversión y el crecimiento económico de las comunidades, pero en armonía con los valores locales que es lo que proclama la distinción que nos enorgullece. Los valores específicos de dichas casas deben permanecer como referente ambiental urbano sin detrimento de la utilización de su área interior como comercio. Este respeto implica también alturas y proporciones acordes a las del vecindario que han hecho un gigantesco esfuerzo por preservar y mantener viva una tradición constructiva, estética y arquitectónica que les produce mayor satisfacción y cultura que cajones insípidos de los cuales todas las ciudades y muchos pueblos ya están llenos.
Las grandes superficies que se han instalado en sitios claves de los centros de trayectoria y características resaltantes de su malla urbana, les han exigido respeto por su medio ambiente; para muestra varios botones: Alcalá en el Valle, Filandia y Pijao en el Quindío, Salamina en Caldas, Santa fe de Antioquia, Honda y Ambalema en el Tolima.
Anserma no puede seguir destruyendo sin consideración alguna los valores que la ennoblecen y distinguen. Primero fue el abandono de su nombre original bellísimo por demás: santana de los caballeros, segundo su remedo de traslado a otro departamento anserma nuevo y tercero privilegiar el exagerado crecimiento comercial a costa de sus valores urbanos mas representativos que múltiples leyes y normas protegen pero que nadie respeta ni acata.
Pereira y Armenia destruyeron de un solo tajo sus ricos valores ambientales, Pereira tuvo tranvía que transcurría entre edificaciones armónicas que fueron reemplazadas por una arquitectura plan insípida y desordenada. No podemos seguir copiando los modelos de desarrollo que pisotean lo que nos ha dado relevancia, lo que queda de valores ambientales, no se puede destruir bajo un falso enunciado de progreso. Progresar no es destruir lo nuevo, se puede construir en áreas aptas para ello.
Las viviendas que se pretenden destruir tienen una clasificación dentro de la escala de valoración de tipologías constructivas para inmuebles de interés cultural e histórico de: Conservación de fachada. Si se da como un hecho inminente la perentoriedad de su desaparición, lo mínimo posible exigible en la presentación de un proyecto de ampliación contigua, es la preservación de los elementos artísticos de su fachada, la modulación de llenos y vacíos en la misma altura y parámetros para guardar la armonía de las edificaciones preservadas en toda la cuadra y un uso adecuado y no atropellante del área interior como se está exigiendo en centros urbanos que tienen conciencia de sus valores actuales.
Estoy seguro que en Anserma hay dirigencia consciente del valor del actual contexto urbano que aprueba lo que se plantea en el presente escrito, con pleno conocimiento de causa.
Respetuoso saludo.
Benjamín Patiño Toro.
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