Omaira
Señor director:
El VI Encuentro de escritores manzanareños, 27-28 octubre de 2016, finalizó a las 10 p.m. Media hora más tarde falleció uno de ellos. Llegué a este encuentro el jueves 27 de octubre. A las 10 a.m. fue su inauguración. En la tarde había un conversatorio en el auditorio del centro cultural “Néstor Villegas”. Antes me saludé con Carlos Antonio Herrera Torres, escritor de poemas, especialmente sonetos. Me mostró 2 sonetos; me llamó la atención uno sobre Omaira, la niña fallecida en la tragedia de Armero, titulado “Una rosa para Omaira Sánchez”.
Y se oyó en el volcán un presagio de muerte / Fue una fecha de luto, de tristeza infinita.
Cuando el cráter arenas con siniestra sonrisa / Sepultó entre su lava veinticinco mil seres.
Todo Armero quedó bajo un campo doliente, / Pero narran testigos que una lánguida niña
Se quejaba y lloraba y con Ayes gemía / Porque estando atrapada no podía moverse.
¡Esa niña es Omaira¡ dijo alguno muy cerca. / Y llegaron expertos desde tierras lejanas,
A sacar a la joven entre el lodo y la piedra. / Mas la tierna Omairita, en su lecho de lava
muy poquito a poquito fue dejando esta tierra, / En presencia de un mundo de un sinfín de miradas.
Le comenté a Carlos que mi familia política, -suegros, cuñadas y otros- habían sido protagonistas en esa noche fatal de la erupción del volcán del Ruiz. Le conté algunos detalles de lo vivido tanto por ellos allá en Armero como por mí y mi esposa Nelly acá en Manizales y luego en Bogotá. Concluimos el diálogo con la solicitud que me regalara una copia del soneto de Omaira y él con su promesa de hacerlo. Carlos Herrera participó con la lectura de 2 sonetos en la tarde del sábado 29 de octubre: “orgullosos están tus hijos en tu sesquicentenario” y “te escribo hoy Manzanares”. En la noche, 8.00 p.m., en el auditorio cultural, se realizó un homenaje al sabio José Joaquín Montes Giraldo, dialectólogo y sociolingüista; también se realizó la presentación de 3 libros “lluvia de versos” de Elceario de J. Arias, “los mejores mensajes del mundo” de Henry Alberto Giraldo y “Manzanares, 150 años (1863-2013)” de Francisco Alberto Henao. Este escritor, en su presentación, hizo salir al frente a varias personas que le habían colaborado en la construcción de su libro, entre ellos Carlos Herrera, quien recibió, junto con los otros, el agradecimiento y el aplauso del público presente. Carlos regresó a su silla con el libro de Francisco en sus manos. Yo estuve atento dos filas atrás, y al momento le solicité que me prestara por un momento el libro en cuestión. Y así fue. Le di una rápida revisada al libro y cuando se lo devolví él me hizo llegar el soneto de Omaira como habíamos quedado. Concluyó el evento hacia las 10 p.m. con un trago de aguardiente amarillo y un breve compartir espontáneo de palabras entre los asistentes. La noche siguió marcando los segundos y minutos, dedicados por unos a dormir, y por otros a compartir unos tragos y música. Y Carlos junto con su esposa caminó cansino unas dos cuadras hasta su casa. El espíritu poético pudo apreciar y contar lo que ocurrió….” Omaira dijo: yo quiero agradecerle a Carlos su soneto”.
Desde el cielo escucharon tus poemas / que inundaron el centro cultural.
Dios dijo; hace falta aquí ese afán / de escribir las vivencias con belleza.
Esa noche regalaste un soneto / que de Armero añoraba su tragedia,
Omaira, sita de lodo su inocencia, / tratando de vivir con poco esfuerzo.
Yo guardo con cariño tal poema, / pues fue el último regalo que tú diste,
Esa noche fría manzanareña. / Dios te llevó feliz a su escondite,
Para escuchar ÉL tu voz, poeta, / solazarse así con tu voz insigne.
Y fue que algo pasó allá en el cielo, / Cuando Omaira se enteró de su poema;
Le dijo a Dios: yo quiero agradecerle /A Carlos Herrera su delicadeza.
Omaira, haz desde aquí tu gratitud, / no he pensado en su pascua todavía;
Envíale con fuerza cada día, / tu amor, tu entusiasmo y tu virtud.
Oh, Señor, dijo Omaira con premura, / en mi tierra de Armero me enseñaron
A dar gracias con singular figura, / un abrazo es el modo más que claro
Existe para manifestar ternura / y gracias. Dios le dijo: ve pues, abrázalo.
Se le rindió un homenaje póstumo con la presencia de su familia, el sábado 30 de septiembre de 2017, en el VII encuentro de escritores manzanareños
Alirio de los Ríos Flórez
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