Valor supremo
Señor director:
El territorio es el lugar donde se hacen amigos, sin necesidad de un club; si se quiere construir territorio de paz, se emprende la formación para el ejercicio ciudadano, responsabilidad para la democracia, normas para el ejercicio político, construcción social, con carácter universal. Nada debe situarse para ser estático; es preciso la acción para la convivencia, consolidar una comunidad humana con muchos valores en la diferencia. El bienestar se logra, en esta forma, en lo físico, lo mental y social.
Luego viene la tertulia como una fábrica del saber sincronizado. La lectura es necesaria, porque tiene mayor vigor y profundidad que lo que escriben los políticos.
Con todo ello, empieza la expedición por el barrio y la comuna, como una escuela natural, donde encontramos la calle, la zona verde, el parque, el aire, el bosque, el calor, la lluvia, el sendero. Se comprende el mundo lo suficiente como para enfrentarlo con eficacia. La gran audiencia en la que termina la expedición, se compromete con la verdad, con el encuentro de seres humanos capaces de dar el lugar al cambio. La verdad viene a ser el arma sagrada. Ahí sí podemos decir que Manizales tiene alma, que hay espíritu de trabajo social para un desarrollo humano sostenible. El ejercicio poetiza el territorio, lo hace auténtico, como una ecuación entre el espíritu y la vida.
Mucho ejercicio es basura, por fuera de ser repetitivo y fastidioso, como lo que frecuentan muchas organizaciones que invitan a lo mismo; por eso, se quejan de que nadie va al ejercicio. Es un actuar sin esperanza, puro fariseísmo social, en donde el único que gana es el contratista. La misma foto, el mismo sitio, la misma gente, el mismo asunto. Película vieja, sin ningún encantamiento. El monstruo de la planeación es frío, cínico y mentiroso, hace creer que el ponqué que tiene va a deleitar al invitado. Simple apariencia repetitiva. Nace allí la lacra moral, con la careta de aparente generosidad estatal con la cual disfraza los actos calculados, con las obsesivas manías por aparecer encantadores cuando realmente se está circundando en el fastidio con ánimo social mezquinamente discriminatorio y mentiroso.
El funcionario va y viene. El real líder es una metamorfosis, no es un milagro. En la radiografía crítica, puede observarse, con meridiana claridad: la Ong, sinónimo de lucro, aquella que se niega a pagar impuesto, que teje la telaraña de la falsedad para obtener dinero fácil; muy distinta de aquella que ha contruido espíritu de trabajo social y que es poco reconocida. Son muy pocas las organizaciones y partidos que tiene el valor supremo de la ética, porque su grito, se escucha desde que empiezan a subir las escalas: ¡Venimos es a robar! Fácil forma de vivir, contraria a la gran dificultad de construirse en la honradez. Hoy por hoy, estamos en la extinción espiritual. Quiero decir, ante un plan de desarrollo, en donde un territorio de paz, debe ser un territorio de convivencia, habitado por seres humanos con principios y con ética, construidos para el bien común; totalmente diferente a aquel caníbal, que para vivir en paz, tiene que comerse al otro; creyendo que cuando la barriga está llena, el corazón está contento. En corto tiempo, estará vomitando su propio ser, tendrá que comerse a sí mismo.
Si la expedición es precisa y se puede leer, será imposible perderse, tanto en el territorio como en la conciencia. Podemos decir que la ciudad tiene alma.
Enrique Arbeláez Mutis
Terminar obras
Se está hablando de problema de aguas residuales en nuestra ciudad. Pregunto en qué quedó la famosa laguna de oxidación o limpieza de aguas negras y que con grande inversión se instalaron tuberías desde más arriba de La Enea hasta el lugar de la futura obra de tratamiento de aguas servidas cerca al terminal de transporte. Nadie responde por semejante elefante blanco, lo que nada nos cuesta volvámoslo fiesta. Esa es la intención de arreglar el problema de las aguas servidas, pero las obras cuando se inician hay que terminarlas.
Un lector
Gracias a Cuadrado
Gracias apreciado José Fernando Cuadrado porque usted nos ha librado en muchas ocasiones de la burla y el desdén de muchos al evitar goleadas mayúsculas, como el partido del domingo pasado que debió concluir por lo menos un 10 a 0. Ese equipo pobre en todo ideas, coraje y respeto por una camiseta que hasta hace poco nos enorgullecía aun en el exterior, no merece un arquero como usted, Pékerman comete una gran injusticia al no convocarlo para la selección, pero con este paupérrimo Once del alma, ¡qué se puede esperar!
Luis Gómez
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