Error de puente
Señor director:
En su edición del 14 de septiembre, página 11, noticia sobre la construcción de un puente en la glorieta de la Universidad Autónoma se presenta la obra como un “puente levadizo” cuando en realidad se trata de un puente elevado. Los puentes levadizos tienen una parte móvil y se usan generalmente sobre vías acuáticas para permitir el paso de embarcaciones.
Atentamente,
Pablo Medina Jaramillo
N. de la D.
Gracias por la corrección y lamentamos la imprecisión.
Moralejas de una visita
Señor director:
“El que tenga oídos, que oiga”, cita bíblica que todos conocemos, pero que pocos practicamos. No se requiere profesar unas determinadas creencias iluminadas por la fe, condicionadas por normas y atadas a unas consecuencias trascendentales en el más allá, para comportarnos como seres racionales en una sociedad regida por la convivencia como compromiso de sociabilidad. La esencia de seres superiores, nos impulsa a comportarnos de acuerdo con los dictados de lo que se llama conciencia.
Las religiones, como creencias inherentes a nuestras conciencias, no son ni para ricos, ni para pobres, son principios personales, comunitarios y sociales como algo cuasi connatural y de pertenencia del ser humano. Las religiones, no son propias de ciertas clases sociales, no son patrimonios inmateriales de nadie para sojuzgar, ni para someter como sí lo hacen con la política quienes se aferran al poder con las aberraciones que ya conocemos. Las religiones, no deben estar al servicio de intereses particulares, ni mucho menos de grupos para imponer su dominio manipulando a quienes caen en sus redes para satisfacer intereses y sus voraces apetitos de dominación... Las religiones, más que sistemas, son actitudes de vida, de comportamientos, de compromisos cimentados en valores universales que dirigen al ser humano por el camino de la rectitud... Se requiere en específico que la justicia, la solidaridad, la misericordia, el amor, la verdad, la convivencia, la reconciliación, la paz, el perdón y muchos otros valores que son intrínsecos y connaturales al ser humano, estén inspirados en principios ético-morales para que se cumplan contribuyendo a la armonía social como requisito insustituible para el bienestar común.
Tiene un gran valor la visita del papa Francisco que sacudió el edificio emocional de tantos colombianos que conocemos de memoria lo que es bueno y lo que es malo, pero que, por la proclividad generalmente nos inclinamos por lo que no es recomendable practicar. Tiene gran significado la visita del papa con su sabiduría de figura ecuménica capaz de abrirle los oídos a quienes dicen llamarse católicos a los cuales parece que se les olvidó el camino del bien, señalando eufemísticamente sus equivocaciones con reflexiones que, salidas de este carismático personaje se transforman en lapidarias y cobran vigencia en un país convulsionado por las desigualdades que son fruto de las injusticias sociales, económicas y políticas convirtiéndolo en inequitativo y excluyente, así nuestros dirigentes digan lo contrario.
Esperamos que la voz del líder mundial del cristianismo católico con su oratoria sagrada llena de sapiencia, no haya arado en el desierto, que sus disquisiciones, no se hayan esfumado en las humaredas y polvaredas emocionales de un pueblo que está ávido de justicia y no de promesas incumplidas. Se espera que este gran personaje con su personalidad electrizante y magnética, haya sembrado la semilla de la renovación y que nuestros gobernantes hayan aprendido la lección de amor por su pueblo. Que sus mensajes no se hayan quedado en la epidermis y que por el contrario, hayan penetrado hasta el fondo de sus corazones para que asuman sus responsabilidades a la luz de verdades incuestionables que no admiten refutaciones por lo claras y precisas a la luz de la conciencia elemental de seres humanos. No olvidemos que lo emocional es pasajero, las colectividades son masas que contagian y terminan al unísono actuando casi por inercia. Que lo emocional, no haya prevalecido como un impulso de novelería, muy propio de los colombianos. Se espera que ese combustible lleno de energía espiritual, sirva para que asumamos nuevas actitudes en nuestro estilo de vida y que el papa Francisco no haya sembrado en tierra estéril, que su semilla de amor, la haya recibido tierra fértil y que sus frutos sean un Estado más justo, de acuerdo con los lineamientos del jefe universal del cristianismo católico y de los seres humanos.
Cordialmente,
Elceario de J. Arias Aristizábal
Pobre castellano
“Trabajemos juntos en descontaminar Colombia”. Señores locutores de radio: ¿no les parece mejor decir trabajemos juntos para descontaminar y desminar a Colombia?
El oidor
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015