Los pueblos y sus dirigentes
Señor director:
La historia nos ha enseñado que las comunidades cuando no tienen líderes, claman por ellos. Como maestro aprendí que a los niños les gusta el desorden, mas no aceptan vivir en él. Prueba de ello es que se quejan y exigen el orden; de allí que exista la disciplina. La naturaleza nos da ejemplo y la industria nos lo enseña. Miremos cómo la corteza del árbol protege la savia que es la vida y el hilo moldea y sujeta la tela.
Papas, emperadores, reyes y gobernantes en general, para bien o para mal, han sido los responsables de la conducción de los pueblos. Todos ellos basados en los genios de la humanidad que han diseñado. ¿Cómo? Con su ejemplo y doctrina, por eso se les llama maestros. Los líderes generan códigos y doctrinas que se traducen en leyes o normas de conducta. Éstas nos detienen para evitar desmanes y nos llevan a costumbres sanas.
No hablemos del más allá que puede ser más relativo que real, según unos. De todas maneras se necesita el temor que trae el respeto por el derecho del otro y el deber de uno mismo. Y ahora que tomamos la Religión, creamos o no, ésta es necesaria porque contiene las pasiones humanas, detiene los abusos del derecho y obliga a cumplir con el deber. Otra cosa es que se haya enseñado mal, hecho que ha llevado a perder su espíritu, su filosofía.
La presencia de un líder a nivel universal, sí influye por su autoridad moral. Los que lo niegan no siempre lo hacen con argumentos de peso, sino más bien como producto de ignorancia. No hay duda de que un líder como el papa al ser visitado por los jefes de Estado, ajenos al credo religioso, ven en su persona una gran autoridad incontestable y admirable. A través de la historia tenemos ejemplos no solamente religiosos, sino también sociales y políticos.
Ernesto Quintero Gil
Felicitaciones
Felicitaciones a los alcaldes de VillamarÍa y Palestina por su triunfo, a pesar de la malquerencia de sus adversarios. Y felicito a LA PATRIA por este espacio para comunicarnos.
Claudia
Concordancia
“Este grupo de peregrinos esperaron dos horas” se lee en la página 2da del 12 de septiembre. Lo correcto es: este grupo de peregrinos esperó dos horas. El verbo debe concordar con el sujeto, que en este caso es singular: este grupo
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