Romper esquemas
Señor director:
Siempre he creído que este diario es incluyente y pluralista y como tal los no creyentes vemos reflejado en la opinión del columnista Alejandro Samper nuestro sentir acerca de la llegada del papa Francisco a Colombia.
No pueden meternos a todos los colombianos en el mismo saco, con la disculpa de que somos un país católico. Los tiempos vienen cambiando y así como los creyentes tienen muchos canales para manifestar sus creencias, los no creyentes también somos una inmensa minoría que queremos leer en el diario LA PATRIA análisis como el de este crítico columnista.
Felicitaciones al señor Samper por romper esquemas y querer dar una visión distinta de los acontecimientos.
Cordialmente,
Ricardo E. Pérez
¿De ratones y papas?
Señor director:
Permítame esta intervención referente al artículo de Alejandro Samper el 2 de septiembre pasado.
Alejandro: El Creador de cielos y tierra te dio una gran capacidad para escribir. Te hizo a su imagen y semejanza como a todo ser humano y tú has cultivado el talento que recibiste y puedes llamar la atención de tus lectores con tus comentarios, yo el primero. Pero ¿Qué te pasó con tus papas y ratones? ¿Cómo que la presencia del Santo Padre no tiene peso?
Tú aprendiste de niño que hace dos mil diez y siete años la Palabra de Dios por la que fueron hechas todas las cosas se hizo carne y habitó entre nosotros. Jn 1,14. Nació en una pesebrera, predicó el Evangelio, hizo milagros, murió en la cruz, resucitó al tercer día y antes de subir al cielo nos dejó su Iglesia sacramento universal de salvación, instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano. LG 1.
De entre los doce apóstoles llamó a Pedro y le dijo “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.” Mt 16,18-19
Mil ochocientos cincuenta años antes había surgido Abrahán como padre de un pueblo que con el tiempo se constituyó en una nación con doce tribus dirigido por doce patriarcas. Jesús vino a establecer el nuevo pueblo de Dios y lo organizó con sus doce apóstoles.
A Pedro le correspondió ser el jefe y dirigió la Iglesia hasta que en el año 64 fue martirizado en Roma y sobre su tumba fue construida allí la basílica que lleva su nombre. El Papa es sucesor de san Pedro como los Obispos son sucesores de los Apóstoles.
Me dirás que ya no crees en nada de esto pero no podrás con tu incredulidad cambiar el curso de la historia. ¿Para tu comentario tuviste en cuenta los 265 papas que ha habido antes del papa Francisco? ¿Conoces la vida y obra de papas tan famosos como san Clemente Romano, San Gregorio Magno, San León Magno, San Pío X, San Juan Pablo II con todas sus proezas? Ellos han celebrado, como sumos pontífices, la Sagrada Eucaristía obedeciendo la orden de Jesús: “Haced esto en memoria mía” Lc 22,19 y así han perpetuado el sacrificio de Cristo en favor de la humanidad. Ellos han confirmado a sus hermanos en la fe y han gobernado la Iglesia con una autoridad plena, suprema, inmediata y universal, como vicarios de Cristo LG 22. El actual, como sus inmediatos predecesores, viaja por el mundo en cumplimiento de su misión. Más de mil millones de católicos nos sentimos felices porque tenemos la dicha de pertenecer a la Iglesia que Cristo fundó y nos agrada su visita. ¿Dónde quedan aquí tus papas y tus ratones? No te quedan bien tus desplantes y displicencias para alguien que ocupa un puesto de trascendencia en el plan salvífico de Dios. El Señor te ama, te espera en su Iglesia y te sugiere que no des “coces contra el aguijón”. Hch 9,5
Pbro. Bernardo Naranjo Giraldo
¡Ineptitud o miedo!
Señor director:
¡Ahora sí entiendo por qué nuestra patria se desangra! Ya entiendo por qué en Colombia la gente mata y come del muerto.
El domingo pasado el programa 7 días, por Caracol, puso al descubierto a los maestros pedófilos. Qué vergüenza.
También nos mostraron a los que tienen el poder y el mando; ¡que no la autoridad! Para ponerle coto a esta aberración pública y cotidiana que los niños son primero y que, el Estado los protege? ¡Qué va!
A quienes compete poner orden, limpieza, organizar; están todos tapados con la misma cobija de corrupción, alcahuetería, ineptitud y miedo.
Y aquí, todos tan campantes.
Como decía mi padre:
¡Que sigan con el entierro!
¿Hasta cuándo Dios mío?
Rebeca Irritada
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