¿Ser líder social es peligroso en Colombia?

A seis meses del año 2017 se han reportado 36 asesinatos a líderes sociales según el portal PACIFISTA, el último asesinato fue el cometido contra Bernardo Cuervo Bravo en Malambo, Atlántico, mientras disfrutaba de un partido de fútbol en el barrio Villla Esperanza.

Martín Santiago, coordinador residente de Naciones Unidas en Colombia expresó hace unos meses la preocupación de la organización frente a la violencia contra líderes, lideresas, defensores y defensoras de derechos humanos. Pues la persistencia de esta violencia supone un riesgo en el propósito común de la paz en el país.

Claramente la situación no ha mejorado y la vida de quienes se han empoderado de sus territorios interpretan sus necesidades y defienden los derechos tanto de sus comunidades como de las poblaciones vulnerables, sigue en peligro.

Sumado a esto, las investigaciones tienden a no ser muy claras. Según declaraciones del Gobierno algunos homicidios no tienen relación con su posición de activista social, sino que ocurren por la delincuencia común, disputas entre vecinos o por tierras, así lo expresó el Ministro de Defensa hace un tiempo. Lo cual generó inconformismo por parte de otros líderes sociales, así como del coordinador de Proyectos y Unidad Investigativa de Indepaz.  A quienes les parece que el hecho de que los ataques sean precisamente contra activistas sociales y ocurran en zonas que han sido por mucho tiempo golpeadas por la violencia, son definitivamente una muestra de una problemática sistemática.

Pese a las diferentes versiones y posturas que puedan existir, el tema que realmente importa es el hecho que están vulnerando el derecho a la vida y la libre expresión de nuestros líderes y lideresas; una situación que debe considerarse inaceptable. Es indispensable que los entes de control y protección al ciudadano presten atención a estas situaciones, no podemos entrar en una nueva ola de terror y silencio, defender los intereses colectivos de las poblaciones no puede convertirse en un pecado o en una razón para que grupos al margen de la ley arrebaten sus vidas.

Estamos seguros que el mejor paso para llegar a una paz integral radica en ofrecer a las poblaciones seguridad y tranquilidad, por lo que como Programa de Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro, expresamos nuestro rechazo al fenómeno de violencia en contra de quienes se levantan a luchar por sus comunidades, nos oponemos a que se infunda miedo en ellos y se frene su trabajo. Tenemos la esperanza que se tomarán las medidas necesarias para que juntos sigamos construyendo el territorio que queremos.